El caballito de mar que vive en las aguas patagónicas está en peligro de extinción

El caballito de mar que vive en las aguas patagónicas está en peligro de extinción

Pesca, industria y turismo, las causas. Ingresó en la Legislatura rionegrina un proyecto de protección.

RIESGO. Viven en agua poco profunda y la gente los usa para artesanías. telam RIESGO. Viven en agua poco profunda y la gente los usa para artesanías. telam
04 Agosto 2020

Vive en las aguas de la bahía de San Antonio Oeste (Río Negro) y puede desaparecer, porque, a pesar de que es un área protegida, actividades pesqueras y turísticas atentan contra su ambiente. Se trata del Hippocampus Patagonicus, más conocido, desde 2004, como Caballito de Mar Patagónico

“Este es un lugar muy particular por sus características geográficas; las amplias mareas que allí se despliegan permiten el desarrollo de un ecosistema bastante distinto al de la parte externa, que posee características propias de la Patagonia”, explicó a Télam el director de Ambiente de la municipalidad de San Antonio Oeste, Diego Luzzato, ex investigador del Conicet.

“Las empresas pesqueras muchas veces arrojan residuos al agua, la urbanización desplaza áreas naturales y la visitas de turistas de los últimos años hicieron que el hábitat de estos animales se fuera desplazando, y que la población de la especie disminuyera de manera alarmante”, señaló, y estimó, en los últimos 10 años se redujo en un 90%.

La especie

Su distribución territorial va desde la Bahía de San Antonio (Río Negro) hasta Río de Janeiro; tienen la cabeza a 90° respecto del cuerpo, y la cola es una modificación de la aleta caudal de los peces comunes, con la que se sujeta a los sustratos. “El macho es el que recibe los huevos luego de un cortejo que suele iniciar en septiembre y durar varios días, hasta que la hembra le transfiere los huevos a una bolsa especial de su cuerpo; allí los embriones se desarrollan y crecen hasta unos 7 milímetros”, precisó.

La gestación dura unos 20 días y pueden nacer hasta mil embriones, pero el promedio es de unos 300 y en su mayoría son consumidos por otros organismos, por lo que la probabilidad de que uno llegue a adulto es muy baja. Alcanzan unos 18 centímetros a lo largo de unos cuatro o cinco años de vida.

Los caballitos de mar, durante todo el año están en la bahía, pero normalmente en el invierno buscan un poco más de profundidad en el área natural protegida, que abarca Las Grutas, San Antonio y el Puerto del Este.

Efectos de turismo

Además de la pesca y la contaminación causada por la industria, hay otro problema: al ser tan grandes y habitar aguas poco profundas, tienen pocas probabilidades de camuflarse y son más visibles para la gente. Y hay una terrible costumbre local: los sacan del agua, los secan al sol para que conserven el aspecto, y se los integra a alguna artesanía; en el mercado son muy apreciados.

El municipio local los declaró durante el último verano “Monumento Natural”, la máxima categoría de conservación que puede tener una especie animal.

Y la en Legislatura provincial lanzó ingresó hace pocos días un proyecto de protección. Lo importante de la iniciativa es que se lo saca de categoría de pez y lo pasa a la órbita de fauna, con lo que se logra una protección más efectiva.

La recomendación para todas las personas es la siguiente: “si alguien se encuentra con un caballito de mar, que no lo moleste y que sólo lo mire desde lejos; todo lo demás está prohibido y penado”, remarcó Luzzato.

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