Despido y reinvención
Mariel Aráoz dejó de trabajar en Latam tras el cierre de la empresa.  Mariel Aráoz dejó de trabajar en Latam tras el cierre de la empresa.
30 Julio 2020

Hace unos meses, Mariel Aráoz disfrutaba de tener “el mejor trabajo del mundo”. Era ejecutiva de cuentas del NOA de Latam Argentina. El efecto pandemia -entre otros factores- desencadenó que la firma anunciara en julio el cese de operaciones en el país. Ahora forma parte de los 1.700 empleados que quedaron sin empleo. Y tuvo que buscar otra salida. Le fue bien: vende productos de belleza y perfumes y se define como “emprendedora tratando de salir adelante de la crisis económica que hay en Argentina y en el mundo”.

La tucumana de 33 años comenzó a trabajar en la empresa aérea cuando tenía 22, antes de recibirse como licenciada en Comunicación. “Atendía al público armando viajes, vacaciones y cosas lindas que le gusta hacer a la gente”, recuerda y sonríe.

Dice haberse sentido bendecida por trabajar en Latam. “El entorno y los compañeros tienen como un ADN de entrega y pasión; nunca sentí peso de levantarme a la mañana para ir a trabajar. Era una muy buena empresa en cuanto a pago”, recuerda.

Del cierre se enteró a través de los medios de comunicación. “Fue sorpresivo pero a la vez no porque sabíamos que la operación se había reducido y no había aviones volando. Ya iba haciendo el proceso internamente. Pasé por todos los estados emocionales: de la bronca al enojo, a la tristeza, al ver que se acaba de un día para el otro y no pudiste volver a tu oficina o a despedirte de clientes o pasajeros. Ha sido bastante duro”, cuenta.

Llegó a un acuerdo con la empresa a través de un retiro voluntario y en pocos meses pudo cambiar de página. Un amigo la acercó a una empresa de venta por catálogo. Le gustó. Se sumó y hoy maneja una red de 180 vendedores. La mayoría son jóvenes que se han quedado sin trabajo durante la pandemia. “Entendimos que si no nos movíamos y nos quedábamos paralizados, no ibamos a salir adelante: encontramos una nueva forma de vender a través de catálogos digitales que nos mandaba la empresa, de brindar un servicio personalizado con entregas a través de cadete. Eso permitió incrementar las ventas durante la cuarentena”, explica.

La mujer dice que la cuarentena la hizo reflexionar sobre su estilo de vida. “De lunes a viernes estaba a full fuera de casa. Descuidaba tiempo de familia, calidad con mi hija. Y ahora está bueno decir: ‘emprendo lo mío’ y a valorar otras cosas”, afirma. En medio de un contexto pandémico plagado de incertidumbres, Mariel está segura de que su futuro laboral no tiene techo.

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