Mientras Jorge Leonardo Herrera insistía con que él no había sido el autor del crimen del padre Oscar Juárez, la fiscala Adriana Giannoni recibía los resultados de pericias que complicarían su situación procesal. En total, ya son cinco los indicios que se sumaron en contra del imputado, cuando se cumplieron poco más de dos semanas del crimen.
Las pruebas más fuertes en contra del acusado, de las cuales dos se confirmaron ayer, son:
1- El cuchillo
La vaina del cuchillo, según los estudios que se le realizaron, tiene restos de sangre humana, lo que indicaría que esa pudo haber sido el arma homicida.
La historia del puñal es insólita. Los pesquisas buscaban ese elemento en la zona de Canal Sur. Durante dos días, el personal de la división Homicidios, al mando de los comisarios Diego Bernachi y Juana Estequiño, buscaron en ese lugar porque, a través de cámaras de seguridad, detectaron que Herrera había circulado por allí a bordo de su Peugeot 307 luego de, supuestamente, haber salido de la escena del crimen.
En medio de la búsqueda, una mujer se presentó en el lugar para preguntarles qué estaban haciendo. Allí le dijeron que buscaban un arma blanca con la que habrían matado al sacerdote. Poco después. una hermana de la mujer se presentó en la seccional 3a. Allí contó que al puñal se lo había comprado a un indigente conocido como “Lagrimita” por $60 y que, después de lavarlo porque tenía lo que parecían manchas de sangre, lo utilizó varios días para cocinar.
Los policías también ubicaron al indigente y este declaró que lo había encontrado en el interior del canal el jueves 16 por la tarde, un día después de que se hallara el cuerpo del sacerdote en la casa de la parroquia de San Martín de Porrres.
“Es todo muy extraño. Hay numerosas cuestiones que no me cierran con este tema. Resulta que después de que se desestimara que una cortaplumas haya sido utilizada para el crimen, aparece de manera misteriosa este cuchillo. Hay que esperar los resultados genéticos, que serán los definitorios”, dijo Manuel Pedernera que, junto a Lucas Ramón, está al frente de la defensa del imputado.
2- La campera
Giannoni también recibió otro dato clave para la pesquisa. A la campera que los policías encontraron en el interior del vehículo del acusado el día que fue detenido, le encontraron restos de sangre, aunque no se pudo determinar si es humana.
“Estamos tranquilos porque hasta el momento no hay ninguna prueba irrefutable que incrimine a nuestro defendido. Él sigue insistiendo con su inocencia y debemos creerle. Por eso ratificó su declaración y rechazamos algunos puntos de la acusación”, agregó Pedernera en una entrevista con LA GACETA.
3- Las cámaras
El primer indicio que tuvieron los investigadores en contra del acusado fueron las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de particulares.
Allí lo tomaron supuestamente saliendo de su casa del pasaje Hernán Cortés al 3.200; estacionándose al frente de la parroquia; descendiendo del Peugeot 308; volviendo al vehículo (casi una hora después) y marchándose del lugar.
“Insistimos en que eso no es ningún indicio porque no está identificado el dominio del vehículo y tampoco se puede individualizar su presencia en el lugar”, destacaron los defensores.
4- Las zapatillas (I)
En la escena del crimen se encontraron huellas de un par de zapatillas que fueron comparadas a través de una pericia. La prueba determinó que las pisadas encontradas coincidían con los dibujos de las suelas del calzado que fue secuestrado en el domicilio del imputado el día que fue detenido.
Los defensores del acusado también cuestionaron este indicio. “Todas las zapatillas de ese modelo pueden dejar la misma marca. Por la conmoción que generó el crimen del sacerdote, la escena estuvo llena de gente. ¿Por qué no podemos sospechar que hubo una contaminación y que haya habido otra persona con el mismo calzado entre los curiosos?”, se preguntó Pedernera.
Fuentes cercanas a la investigación destacaron que no todos los calzados, por la morfología de las suelas, dejan las mismas marcas. “En este caso las coincidencias fueron muy contundentes y son muy compatibles”, comentó uno de los peritos que realizaron el estudio.
5- Las zapatillas (II)
El viernes, cuando se comenzó a analizar el calzado en la pericia, los especialistas descubrieron que tenía restos de sangre humana, lo que probaría que el acusado podría haber estado en la escena del crimen.
“Es llamativo que sólo se haya encontrado restos de sangre en la suela y no en otros lugares, como en los pedales del vehículo o en la misma alfombra del auto”, explicó Pedernera.
Todas las evidencias en que se encontraron restos de sangre serán enviadas a Buenos Aires en los próximos días para que se realice una pericia genética, a fin de confirmar o descartar que se trate de sangre del sacerdote. Los resultados se conocerán en un lapso de entre 10 y 15 días, según estimaron fuentes judiciales.
6- Testimonios
Pese a que este tema se manejó con hermetismo, ayer también trascendió que varios testigos aportaron datos clave que fortalecen aún más que el robo de los U$S 60.000 habría sido el móvil del crimen. Varias personas, cuyos nombres no trascendieron, declararon que Norma Velárdez, madre del imputado, sabía de la existencia de esa suma de dinero.
Confirmaron además que meses atrás ella había denunciado entre los vecinos que había sufrido un robo en su casa y que el botín podría haber sido la moneda norteamericana. También trascendió que no se habría realizado denuncia alguna porque el dinero reapareció, aunque no en su totalidad.
“No tenemos acceso al expediente para cotejar los testimonios de las personas. Se habla de una persona de identidad reservada que no sabemos lo que dijo. Ese un acto vicioso que será oportunamente planteado”, concluyeron los defensores.
7- Próximos pasos
A partir de mañana la fiscala Giannoni comenzará a definir la situación procesal del acusado. Aunque no hay nada confirmado, es casi un hecho que solicitará que se le dicte la prisión preventiva, por lo que el deseo del imputado en recuperar la libertad quedará en suspenso.