“Atemoriza cada vez más; la calle está desolada”

“Atemoriza cada vez más; la calle está desolada”

Vecinos afirman que las autoridades movieron las vallas e incluyeron más casas en el cerrojo.

EN CASA. Se cumplió ayer el quinto día de aislamiento en el barrio. la gaceta / foto de franco vera EN CASA. Se cumplió ayer el quinto día de aislamiento en el barrio. la gaceta / foto de franco vera
29 Julio 2020

De la angustia al temor. Dentro del cerrojo de Lastenia, la incertidumbre crece al ritmo de los casos de coronavirus. En apenas 24 horas, el Ministerio de Salud confirmó 25 nuevos positivos en la localidad más castigada de la provincia. Hasta anoche, Tucumán sumaba 148 casos de covid-19, de los cuales 42 son de residentes de la ciudad del departamento Cruz Alta.

“La gente ya está con demasiado miedo. Ya directamente no quiere ni salir al patio de sus casas. Hoy (por ayer) la calle fue una desolación total”, contó a LA GACETA Maximiliano Sueldo, quien quedó dentro del anillo de contención con su madre y sus abuelos.

El joven de 28 años aseguró que el lunes por la noche las autoridades ampliaron unos metros el perímetro de la avenida América y con las vallas abarcaron también al pasaje Sánchez, donde vive su padre Raúl. “Ya aislaron a las familias que viven ahí, y se comentaba la posibilidad de cerrar tres manzanas más”, manifestó.

Respecto a los nuevos casos que se dieron en el barrio, conocido como Villa Lastenia, dijo que por momentos quieren saber las identidades de los pacientes para saber si estuvieron o no en contacto con ellos. “Despierta el interés de saber quiénes son, pero a la vez prefiero no saberlo porque nutrirse de esa información en el encierro es para golpearse la cabeza contra la pared”, indicó el joven propietario de una verdulería en Banda del Río Salí.

A apenas cuatro casas del cercado reside Elizabeth Baracho, una docente que vive con su madre de 66 años y su hijo de cinco. “Mi madre llora el tiempo. Uno creía que al pasar el tiempo iba a ser menor la angustia, pero no es así porque aparecen nuevos casos”, dijo.

La maestra de primaria dijo que su hijo también lo pasa muy mal dado que le gusta correr en la calle. “Uno trata de ser fuerte, pero a veces cuesta. Lo veo llorar a mi hijo por un lado, y a mi mamá por otro, y cuesta. Simplemente hay que quedarse encerrado. Yo trato de no salir ni a la vereda, pero mi hijo necesita salir”, dijo. Y agregó: “estamos bien, pero angustiados y ahora con miedo por no el desconocimiento que tenemos”.

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