Todo es historia: "Fefo" fue el primer ídolo que tuvo el mountain bike

Fue uno de los pioneros del mountain bike en nuestra provincia. Se consagró campeón tucumano de la máxima categoría en ocho oportunidades consecutivas entre 1993 y 2000. Federico Ruiz Campo fue el primer gran ídolo que tuvo el ciclismo de montaña del “Jardín de la República”. “El reconocimiento de la gente es el mejor premio que pude obtener a lo largo de mi carrera. Hay mucho gente que nunca me vio correr, sin embargo me reconoce. Para mí es un orgullo que muchos me sigan viendo como un ídolo”, expresó el biker de 45 años, que hace 20 años dejó de competir en el máximo nivel.

“Fefo” fue el primer campeón tucumano y el primer representante de nuestra provincia en vestir la camiseta nacional para competir a nivel internacional en la categoría Elite. “Recorrí todo el país gracias al mountain bike. Antes de iniciarme en este deporte en 1992 solamente conocía Córdoba y la playa a donde íbamos de vacaciones con mi familia. Pero gracias a este deporte recorrí toda la Argentina, de norte a sur y de este a oeste compitiendo. Además también competí en México, Chile, Colombia, Suiza y Francia”, recordó.

Ruiz Campo terminó en el puesto 73° en el Mundial de Suiza de 1996 y fue quinto en el Panamericano de México. “Hasta ese momento era la mejor posición que un argentino había obtenido en un Mundial. Siempre que iba a correr en el exterior cumplía con los objetivos que nos trazábamos. En esa época, el mountain bike era menos profesional que ahora en Tucumán, aunque la dedicación que le brindábamos era la misma. Hasta 2001 me dediqué casi a pleno a este deporte”, señaló.

Desilusión

Con 25 años y en su plenitud, Ruiz Campo decidió dejar de dedicarse de lleno la “bici”. ¿Qué pasó? “Me sentí usado por la Federación Argentina de Ciclismo. Los dirigentes me habían dicho que yo estaba designado para ir a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Todos los puntos internacionales para la Argentina los había sumado yo, al margen de que el mendocino Ignacio Gili era el campeón argentino. Cada vez que competíamos en el exterior, el que mejores resultados obtenía era yo. La respuesta que me dieron desde la Federación fue que se habían equivocado de ficha. Que mandaron la del suplente como titular y la del titular como suplente. Fue una vergüenza y a la vez una desilusión muy grande a nivel deportivo. Yo estaba preparado para ir a esos Juegos Olímpicos. Fue un golpe muy duro. Nunca entendía bien qué es lo que pasó. Me sentí manoseado. Tenía el bolso listo en mi casa y la bicicleta preparada en una caja para viajar. Y es por eso que dejé el deporte”, reveló, aún masticando bronca. “Después me dieron una beca económica para que siga corriendo, pero nunca me presenté a cobrarla. Por culpa de la dirigencia me dejé de divertir. Tenía 25 años. Hoy, 20 años después, creo que fue una decisión apresurada haberme alejado en ese momento del mountain bike”, agregó.

Gran nivel

El biker nacido el 17 de diciembre de 1974, ganador del Rally Trasmontaña en 1996, contó cómo se vivía el mountain bike en la década del 90. “En esa época también había un gran nivel. Los tucumanos estuvimos bien arriba en todos los campeonatos nacionales. Siempre copábamos los podios en todas las categorías. No hay otro lugar en el país que tenga una avenida principal y el cerro al final de la avenida. Contamos con condiciones naturales extraordinarias para la práctica de este deporte. Creo que ahí está el principal motivo del éxito que tenemos en este deporte”, indicó.

“A mí siempre me gustó sentir el calor de la gente. Terminaba la carrera y me iba a dar una vuelta con los chicos en la ‘bici’. En esa época, Darío Gasco, Matías Galindo, Matías Giusta y muchos otros me esperaban en la llegada para dar una vuelta al circuito conmigo. Me hacían sentir un ídolo”, enfatizó.