El derrumbe económico se atenúa por las aperturas, pero aún es hondo

La actividad económica se contrajo un 20,6% interanual en mayo y acumuló una caída del 13,2% durante los primeros cinco meses del año. A su vez, la producción de bienes y servicios repuntó un 10% aquel mes respecto de abril -en una variación desestacionalizada- debido a las primeras flexibilizaciones de la cuarentena nacional, según las consideraciones oficiales. Los datos surgen del Estimador Mensual de la Actividad Económica de Argentina (EMAE) que difundió ayer el Insistuto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

La administración de Alberto Fernández confía en que los números demuestran el inicio de una recuperación parcial de la economía, luego de que los registros de abril midieran un derrumbe inédito del 26,4% respecto al año anterior (había superado el hundimiento del 16,7% de la crisis de 2002). En marzo, el mes que se inició el aislamiento obligatorio, la caída ya había sido del 11,4%. Además, el indicador no registró ninguna variación positiva en lo que va del año: enero fue el mejor mes con un descenso interanual del 2%.

Un sondeo de la agencia Reuters entre especialistas estimaba que la caída del EMAE de mayo sería del 19,4%, casi un punto de diferencia con el valor informado por el Indec. El fin de la medición es reflejar la evolución mensual de la actividad económica del conjunto de los sectores productivos a nivel nacional. Asimismo, el indicador permite anticipar las tasas de variación del Producto Bruto Interno (PBI) trimestral.

El incremento intermensual del 10% de mayo, en tanto, “recuperó parte de la caída acumulada en el período marzo-abril a raíz de la pandemia”. “La mejora obedeció fundamentalmente a una mayor flexibilización de las restricciones a la circulación (de personas), sobre todo en las provincias menos afectadas por la covid-19”, reseñó el Indec.

Desde Buenos Aires y en diálogo con LA GACETA, el economista Fausto Spotorno dijo que los valores difundidos ayer “están dentro de lo que se venía esperando”. “El rebote de mayo obedece a una mezcla de factores. Se había liberado actividades en varias partes del país y el sector agropecuario, una pata fuerte, no se había frenado”, analizó.

El director del Centro de Estudios Económicos de OJF & Asociados previó que el EMAE de junio y julio también arrojará cifras positivas, pero advirtió que serán “bastante menores” que el 10% de mayo. “Los desestacionalizadores distribuyen el impacto. El rebote grande se tiene que dar entre septiembre y octubre”, leyó en prospectiva. Todos los pronósticos -alertó- están condicionados al avance de la pandemia y la flexibilización de las actividades en el marco de la cuarentena.

Justamente, según el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, el 80% de la Argentina comenzó a operar con cierta normalidad en mayo y el “repunte” se inició a partir de ese mes. ¿El retorno del aislamiento obligatorio estricto en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) entre el 1 y el 17 de julio podría complicar los resultados futuros de la EMAE?, le preguntó este diario a Spotorno. “Podría suceder, pero hay que tener en cuenta que no fue una cuarentena tan estricta como la de abril. Aquel mes (que registró el desplome histórico), en contraste, todo el país estaba frenado”, respondió. Y agregó: “el AMBA es el 40% de la economía del país y se liberó bastante en el 60% restante”.

Sin embargo, los pronósticos económicos están lejos de ser optimistas. “Lo que está claro es que vamos a terminar el trimestre con una caída mayor al 20%, probablemente”, sentenció el máster en Finanzas. Consultado sobre las previsiones del PBI realizadas para la Argentina -el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó un desplome del 9,9% para este año-, Spotorno consideró que esas estimaciones “se van quedando atrás”. “Con los datos actuales, esperamos una caída aproximada del 12,5%, más cerca del 13%... A esta altura del partido, el número no sorprende”, manifestó terminante.

A excepción de la actividad pesquera, que creció un 61,5%, todos los sectores relevados por el Indec reportaron caídas interanuales en mayo. Entre esas 14 actividades, 12 moderaron la baja respecto de abril y reflejaron la recuperación. Los declives más pronunciados se produjeron en Hoteles y restaurantes (-74,3%); Servicios comunitarios y sociales (-72,1%) y la Construcción (-62,2%). Los primeros dos produjeron una “fractura de barra” en los gráficos ya que sus valores se ubicaron fuera de la escala.