Crimen del cura Juárez: los detalles desconocidos de una causa polémica
Uno
Las huellas de unas costosas zapatillas podrían ser un indicio clave
En el léxico de las investigaciones se las suele llamar testigos mudos. Son las pruebas que ayudan a esclarecer un caso, las definitorias. Y en este homicidio en particular, hay una que podría resultar vital. Las pisadas encontradas en diferentes sectores de la casa parroquial de San Martín de Porres pertenecerían al acusado del crimen del sacerdote.
Las huellas, según confiaron fuentes judiciales, fueron encontradas en el interior de la vivienda, en la habitación del párroco, en una silla que habría utilizado para buscar algún objeto arriba del ropero y en el jardín que comunica la vivienda del cura con el templo.
El viernes, cuando los pesquisas allanaron la vivienda del sospechoso en el pasaje Hernán Cortés al 3.200, ubicaron un par de zapatillas que tenían en la suela dibujos similares a los que se encontraron en el lugar del hecho y que habrían sido recientemente lavadas. Se trata del modelo Adidas Superstar, que no son fáciles de conseguir en el mercado y cuyo valor oscila entre los $7.000 y $9.000.
LA GACETA consiguió un modelo similar y realizó una prueba de campo que consistió en dejar una marca en una hoja de papel en blanco y hubo notables coincidencias. La fiscala Giannoni ya ordenó que se realice la misma pericia, pero de manera oficial y que consiste en una serie de estudios mucho más exhaustivos y rigurosos realizados por peritos. El lunes podría estar listo el resultado.
Dos
El homicida fumó varios cigarrillos antes de escaparse del lugar
En varios sectores del exterior de la casa parroquial se encontraron colillas de cigarrillos que habrían sido arrojados en el lugar el martes por la noche, el día en el que fue asesinado el sacerdote.
Los responsables de la limpieza del lugar explicaron que era imposible que esos desperdicios hayan aparecido en el lugar, puesto que ni el sacerdote ni las personas que eran más cercanas a Juárez fumaban y menos en ese lugar. Los pesquisas sospechan que el homicida consumió varios cigarrillos por los nervios. No son “puchos” comunes, sino de los convertibles, según se puede apreciar en las imágenes a las que accedió a LA GACETA.
Manuel Pedernera, defensor del acusado, y los policías que lo custodiaron antes de que fuera aislado en un centro de detención y sus amigos tampoco pudieron confirmar si Herrera es fumador. El misterio podría develarse con una pericia genética, ya que las colillas fueron preservadas.
Tres
Comienzan a analizar las prendas del acusado que fueron secuestradas
Según el informe realizado por los peritos del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF), el joven que descendió del vehículo (y que se trataría de Herrera) vestía una campera oscura y zapatillas blancas y un buzo con capucha. Esa ropa habría tenido supuestas manchas de sangre que comenzarán a ser analizadas.
Un dato: fuentes policiales informaron que mientras realizaban el allanamiento, el joven habría intentado ocultar dentro del vehículo la campera que fue secuestrada.
El procedimiento es bastante complejo. Primero, los peritos deben determinar si se trata de sangre humana. Después, siempre según los protocolos que se aplican en la provincia, si corresponden al grupo sanguíneo de la víctima. Si todos esos resultados dan positivo, recién se ordena una pericia genética. Para ello, se convoca a un familiar al que se le toma una muestra para que se realice un perfil genético y entonces realizar la comparación.
Por otra parte, ayer comenzaron a analizar el teléfono celular de Herrera para tratar de encontrar alguna prueba que ayude a esclarecer el caso.
“Estamos convencidos de que estas serán las pericias clave en este caso. Por eso esperamos con mucha ansiedad los resultados”, agregaron los defensores en una entrevista con LA GACETA.
Cuatro
El hallazgo de dos armas de fuego y un polémico antecedente en la justicia
Al analizar la escena del crimen, los investigadores encontraron en el placard de la casa parroquial dos armas de fuego que estaban a nombre del sacerdote.
Se trata de una pistola 6.35 Browning y un revólver calibre 32 largo Amadeo Rossi. Ambas piezas son difíciles de conseguir en el mercado y su valor superaría los $25.000, según confirmaron especialistas en la materia. “El padre siempre fue aficionado a las armas. No hay motivos para sorprenderse. Un cura es un ciudadano común que tiene los mismos derechos que sus pares. Y ser tenedor de una arma es uno de ellos”, señaló Pedro Ramírez, vecino de la parroquia, que se mostró molesto por la publicación de detalles de la vida del sacerdote.
El cura Juárez fue mencionado en una causa judicial por su afición a las armas. En 2004, en la ciudad de Alderetes, un hombre hirió a otro de un disparo en la espalda que le provocó una discapacidad del 60% al herido. Al investigar el caso, la Justicia determinó que el propietario del arma era el sacerdote. Se presentó ante las autoridades y tuvo que aclarar y probar que se la había vendido varios años antes al agresor. La causa fue elevada a juicio hace casi 10 años, pero hasta el momento el debate oral no se desarrolló. “Le gustaban las armas como a cualquier persona. Que haya tenido una no significa que haya sido un pistolero. Nunca nos comentó que tenía armas y, mucho menos, las mostró”, explicó Juana de Grimaldi.
Cinco
El barrio quedó conmocionado con la aparición de los dólares
“Ustedes los periodistas ya no saben qué hacer con tal de ensuciar el nombre del padre Oscar. Es imposible que él haya tenido ese dinero”, explicó Juana de Grimaldi.
Pese a que la entrega de los U$S 67.000 por parte de uno de sus hermanos fue ratificada en la Justicia, la mujer, como otros habitantes de ese sector del barrio de Villa Luján, sólo tiene palabras de elogio para el sacerdote. ”Es imposible que haya tenido esa suma de dinero. Lo están ensuciando, inventando estupideces”, agregó. “Puede ser que haya tenido ese dinero, pero eso no significa que haya sido una mala persona”, fue lo único que respondió un ofuscado Pedro Saleme antes de acelerar su andar.
Para Giannoni, la aparición de esa importante suma de dinero robustece su teoría. Herrera se habría enterado de la existencia de ese dinero a través de su madre, que manejaba las finanzas de la parroquia y, aparentemente, de la víctima. Siempre según esa hipótesis, se habría aprovechado de que Juárez se encontraba cenando en su casa y habría ido a buscar los dólares, sin saber que un día antes Juárez los había entregado a sus hermanos. “Es una línea que hasta el momento no tiene ninguna prueba. Todo es extraño; algo puede haber detrás de esta repentina aparición de semejante suma”, comentó el defensor del imputado.
La fiscala está tratando de establecer cuál sería el origen de ese dinero. Por lo pronto, investigaría las cuentas bancarias de la víctima, de la secretaria de la parroquia y del imputado. También solicitó los libros contables donde se deben anotar los movimientos de dinero y, por último. habría solicitado información al arzobispado para determinar si el padre Juárez cobraba un sueldo.
Qué se puede adquirir con U$S 67.000 ($ 8,3 millones)
4 camionetas Toyota Hylux 2.4
10 Gol Trend 1.6
3 transferencias de viviendas en Lomas de Tafí.
83 motos Honda Wave
18.000 kilos de carne (a valor de $460 cada uno)
276.600 kilos de papas (a valor de $30 el kilo)