22 Julio 2020
PAREJA CREATIVA. Luciana Torres se hizo cargo de la danza y Gabriel Lemme, del video, para presentar ”La caverna” en el concurso.
Gabriel Lemme y Luciana Torres son los responsables de “La caverna”, el trabajo conceptual que ganó por el voto popular en la categoría danza del certamen Creando en Casa II, organizado por LA GACETA y el Ente Cultural de la Provincia.
“En cada participación buscamos sembrar un concepto. En este caso, la dominación de los medios masivos y monopólicos de comunicación sobre nuestra subjetividad: tienen sus propios intereses, que nada tienen que ver con el común interés de las mayorías y que, además de sujetar y manipular nuestras subjetividades, construyen e imponen su ‘verdad’ o la que le conviene al poder al cual se asocia”, sostiene Lemme.
“En la propuesta exponemos simbólicamente ese dominio y construcción de la realidad”, describe. “No les pedimos que apaguen la tele o que dejen de leer los diarios; sólo compartimos la certeza de que nuestra subjetividad se construye a partir de palabras, ideas, frases, enojos, odios, deseos, historias que nos siembran y repiten hasta convertirlas en sentido común. Hacer nuestra denuncia por un medio masivo de Tucumán hizo a este trabajo particularmente interesante”, agrega el videasta y fotógrafo.
Desde hace más de dos años, los artistas integran el proyecto colectivo “La televisión ha muerto”, con el que se vincula su producto ganador. “El primer enlace surgió a partir de la situación actual, con covid-19 en las calles y con el ‘virus’ de los medios dentro de casa; luego elegimos la música, el tema de Axel Krygier ‘Hombre de piedra’, relacionado con el mito de la caverna de Platón y la imposición de una ‘verdad’ construida a medida del poder. Luciana fue quien puso el cuerpo para representar este dominio”, detalla.
Lemme reconoce que no puede decodificar el apoyo que recibió de la gente (obtuvo 2.222 puntos), pero aclara que se dedica al arte por ese respaldo y la confianza que recibe. “Uno produce con todo lo que sabe y con mucho trabajo, sacrificios y amor de por medio. Y es la gente la única que lo ve. Las instituciones premian a los suyos y exitosos que en muchos casos se lo merecen por llevar 30 años de carrera, y son minoría. El resto producimos gracias a la familia, los amigos, los amores y el público que nos conoce por las redes sociales, plataforma gratuita para llevar nuestra producción”, advierte.
El premio que ganaron es de $10.000 y lo destinarán a pagar la luz, internet y otros servicios. “Cada mes se llevan porcentajes elevados de lo que logramos producir con nuestro trabajo”, se lamenta.
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