Argentina cuenta ahora con una constelación de satélites

Argentina cuenta ahora con una constelación de satélites

Por primera vez el país tendrá un grupo de satélites trabajando juntos para hacer observaciones con tecnología radar.

SAOCOM B1. El satélite de observación de la Tierra será lanzado al espacio el sábado próximo desde EEUU. SAOCOM B1. El satélite de observación de la Tierra será lanzado al espacio el sábado próximo desde EEUU.
20 Julio 2020

La jefa del proyecto Satélite Argentino de Observación con Microondas (Saocom) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), Josefina Peres, aseguró que con el nuevo lanzamiento previsto para fines de julio, “Argentina por primera vez tendrá una constelación de satélites” trabajando juntos como un único sistema y con tecnología radar.

En octubre de 2018 ya fue lanzado el Saocom 1A de idéntico diseño, al que ahora se sumará el 1B, y ambos actuarán en tándem en el relevamiento de información, orbitando a 620 kilómetros de altura.

“El lanzamiento del Saocom 1B es un hito porque termina de completar la misión y será la primera vez que Argentina tenga una constelación de satélites de observación de la tierra”, dijo a Télam esta ingeniera electrónica de 38 años desde Bariloche, donde está a cargo de dar soporte a las operaciones tras el lanzamiento. Explicó que los satélites argentinos trabajarán en conjunto con los cuatro Cosmo-Skymed de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y los seis conforman el Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge).

Para emergencias

“Los Cosmo están en la misma órbita y tienen la misma tecnología radar pero en otra banda, y esto permite captar imágenes de un mismo lugar y al mismo tiempo en dos (anchos de) banda (electromagnética) distintos”, dijo.

“Esto es muy útil en el caso de emergencias como incendios, inundaciones, erupciones, terremotos, avalanchas y derrumbes, cuya gestión requiere una mayor revisita de los mismos lugares y que el tiempo entre captaciones se reduzca”, indicó.

Peres es una de las dos científicas al frente de la Misión Saocom de la Conae -por encima de las cuales sólo está el presidente del organismo- y mientras la doctora en Ciencias Físicas Laura Frulla es la investigadora principal que tiene a su cargo la definición de los datos a obtener (aplicaciones), ella es la jefa de proyecto, que se encarga de la ingeniería, el desarrollo y construcción tanto del satélite como del instrumento de observación necesario para relevar esos datos.

Ventajas

“La tecnología radar no se conocía en Argentina y estos dos primeros satélites que construimos ya derramaron conocimiento tecnológico y formación profesional antes de entrar en órbita”, afirmó. Hasta ahora los satélites de observación de la Tierra llevaban instrumentos de tipo óptico.

La ventaja de los satélites radares de observación en relación a los ópticos es que no necesitan de la luz para captar imágenes, lo que permite observar la tierra 24 horas los siete días de la semana, ya sea de día o de noche o haya nubes.

“Eso le da mucha potencialidad porque por cada vez que hagas una captación satelital, tenés una imagen”, apuntó.

No obstante, en última instancia, la decisión de desarrollar un satélite óptico o radar depende de las aplicaciones puntuales a las que esté destinado.

“Por ser radar, tiene otra interacción con el terreno y te da otro tipo de información, como por ejemplo el nivel de humedad del suelo que es útil para la gestión del agua, porque si está muy seco es propenso a incendios y si está muy húmedo se puede saturar e inundar”, explicó.

Productividad y cultivos

El hecho de operar en un ancho de banda L del espectro electromagnético, le permite al radar penetrar en la superficie y brindar información tanto sobre productividad del suelo como de riesgo de enfermedades de cultivos. Con la información relevada también se podrá desarrollar un mapa de elevación del terreno que permitirá conocer su inclinación y gestionar el drenaje del agua.

Diseño y construcción

Los dos satélites Saocom son el quinto y el sexto de observación de la Tierra de la Conae y fueron desarrollados y fabricados por esta Comisión con las empresas Veng e Invap, y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y unas 80 empresas del sector espacial nacional.

“Su diseño, construcción y puesta en marcha fue realizado íntegramente en Argentina: hay componentes estándar -como el equipo de comunicación- que se compran, pero el desarrollo del radar, de la ingeniería en sistemas y el diseño/construcción/armado de la gran mayoría de las cajas de electrónica que componen el satélite es completamente nacional”, explicó Peres.

El lanzamiento desde Cabo Cañaveral estará a cargo de SpaceX y el Saocom 1B es la primera misión no estadounidense que esta empresa norteamericana transporta al espacio en tiempos de pandemia.

En Estados Unidos desde el 3 de julio, la delegación técnica argentina responsable de la campaña de lanzamiento ingresó en SpaceX después de realizar una cuarentena preventiva de nueve días y pasar dos test de coronavirus.

Trabajo en equipo

El equipo trabajará en la etapa de ensayos y pruebas del satélite previa a su lanzamiento y durante esta operación.

En total, del lanzamiento participarán más de 50 profesionales distribuidos en Estados Unidos y Argentina.

En el Centro de Control de Misión ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera en la localidad cordobesa de Falda del Carmen, se recibirán las primeras señales de vida en el espacio del Saocom 1B y desde allí se controlará el satélite en forma constante.

Para chequear todas las variables y poner en funcionamiento al satélite se dispusieron equipos apostados en tres salas de soporte, una en la sede de la Conae de Buenos Aires y otras dos en sedes de Invap, en Córdoba y Bariloche.

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