Había sido elegido para el cargo de embajador agrgentino en Perú. Cuando estalló la pandemia pidió esperar un poco hasta que se aclare el escenario por los casos de coronavirus. Argumentó que era una persona de riesgo, pero ahora anunció que desistirá de asumir en el cargo por problemas de salud.
El ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez habló con el canciller Felipe Solá para comunicarle que decidió bajarse del cargo al que había sido propuesto. Perú se encuentra en el quinto lugar entre las naciones del mundo con mayor número de contagios por coronavirus. Ya suma, según datos que difundió la Organización Muncial de la Salud (OMS), 11.314 muertos y 316.448 contagiados. Frente a ese panorama, Alvarez tomó una decisión: no asumirá como embajador argentino en ese país.
Otras designaciones
En las sesiones extraordinarias de febrero Alberto Fernández había solicitado al Congreso el tratamiento de los pliegos de los embajadores políticos que requieren acuerdo del Senado. Entre ellos estuvieron Daniel Scioli para Brasil; Rafael Bielsa para Chile, y Jorge Argüello para Estados Unidos, entre la docena de nombres elevados al Parlamento.
El pliego de Chacho Alvarez, que ya había ocupado un cargo diplomático en el Mercosur durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, no tuvo objeciones y fue rápidamente aprobado. Sin embargo, el Presidente no firmó el decreto de designación y por lo tanto no se publicó en el Boletín Oficial, por lo que técnicamente nunca cumplió funciones oficiales.
Una situación de riesgo
Alvarez, como es sabido, sufre de EPOC y tiene antecedentes coronarios por lo que entra en la categoría de paciente de alto riesgo. Instalado en su departamento de Palermo, trabajó en los operativos organizados para repatriar varados argentinos en Perú como los vuelos sanitarios y una caravana de autos con aquellos que tenían movilidad propia. La salud de Chacho Álvarez fue el motivo por el que Alberto Fernández demoró la firma de su decreto de designación más que la del resto de los nuevos embajadores.