El último día de junio quedó marcado en el almanaque histórico de Lionel Messi por haber convertido su gol 700 ante Atlético de Madrid. Tres encuentros tuvo que esperar para alcanzar esa marca. Y si bien lo hizo de penal, le puso el sello personal con una gran definición. Cada conquista tiene algo especial. Hizo 582 con la zurda; 92 con la derecha; 24 de cabeza; una con la mano y el restante ¡con el pecho! “Me sorprendió. Yo esperaba el cabezazo pero con esa decisión me descoló. Eso muestra la calidad que tiene como jugador. Por algo hizo 700 goles en su carrera”, recuerda en diálogo con LG Deportiva Damián Albil, protagonista de esa jugada.
El arquero, que hoy trabaja en el departamento creado por la AFA, fue titular en la recordada final del Mundial de Clubes que Estudiantes protagonizó contra Barcelona. El conjunto platense estuvo a un par de minutos de salir campeón ya que ganaba 1 a 0. Casi en el minuto 90 igualó Pedro. Hubo que jugar el alargue y allí apareció Messi para inclinar la balanza.
“Ese fue el mejor Barcelona de los últimos años. Ganó todos los títulos y cuando enfrentás a un rival de esa jerarquía, sabés que pueden dar vuelta el partido en cualquiera momento. Jugamos de manera extraordinaria. Hicimos un gran esfuerzo, pero no alcanzó. Hoy puedo decir que no hay nada para reprocharnos”, señaló Albil.
Y si del pecho de Messi se trata, el italiano Daniele De Rossi salió a defenderlo. “Si en Italia contás que en la Argentina le dicen pecho frío, acá se ríen, no entienden nada. Él perdió dos finales de la Copa América por penales, y yo soy campeón del mundo por penales. ¿Cuál es la diferencia? 5 centímetros. A él lo critican y nosotros somos héroes. No es justo”, señaló.