¿Cómo quedarán nuestras sociedades?, se preguntó Pilar Rahola al iniciar su exposición ayer durante el encuentro de ACDE. Desde Barcelona, la periodista, escritora e intelectual española planteó tres dilemas que vive el mundo por la pandemia: 1) entre confinamiento y economía; 2) entre seguridad y libertad; y 3) entre Estados patriarcales y democráticos. Sobre el terreno económico, la catalana predicó que el mundo empresarial y el orden público deben caminar de la mano para dar salida a la crisis “sin precedentes” que desató el coronavirus. Así, rechazó los “discursos populistas que pretenden ahogar al sector privado” en algunos países. “El poder absoluto no da la solución. Los políticos deben recordar que son servidores públicos y no deben tratar a los ciudadanos como rebaños inútiles”, sostuvo Rahola.
De esa manera, la periodista alertó en reiteradas ocasiones sobre la tentación de limitar el Estado de Derecho, ya sea por parte de fuerzas políticas de izquierda o de derecha. “Estamos más asustados y quizás menos preparados para los retos. Habrá que controlar que nadie utilice nuestros miedos para restringir nuestros derechos”, advirtió. Y pronosticó: “auguro una época de populismos exacerbados y democracias débiles. Será difícil mantener con salud las repúblicas en este mundo caótico”.
Ante una consulta de Jorge La Roza, moderador de ACDE, Rahola insistió en que “el empresario no es el enemigo”. “Ellos son los que con su esfuerzo crean empleo. No deben ser criminalizados”, pidió. Y, teniendo en cuenta el sentido cristiano del foro, expresó: “la empresa sin alma humana no es empresa, sino voraz. Revaloricemos valores”.