“Mientras el bicipolicía tenía la rodilla en su nuca, el hombre le gritaba que no podía respirar”

“Mientras el bicipolicía tenía la rodilla en su nuca, el hombre le gritaba que no podía respirar”

La autopsia reveló que el supuesto asaltante habría sido asfixiado cuando fue detenido el miércoles en Las Heras primera cuadra.

EL LUGAR DEL INCIDENTE. En Las Heras primera cuadra se produjo la detención del hombre que estaba siendo perseguido por bicipolicías. EL LUGAR DEL INCIDENTE. En Las Heras primera cuadra se produjo la detención del hombre que estaba siendo perseguido por bicipolicías. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
Por Luis Duarte y Gustavo Rodríguez 26 Junio 2020

“Eran dos los bicipolicías que lo redujeron. Uno de ellos tenía su rodilla en la nuca. El hombre que estaba en el piso le decía: ‘me falta el aire, me falta el aire’. El uniformado, le pedía que se callara diciendo que ‘no fuera cagón’ ”. Esta es parte del testimonio de Ricardo, un joven que presenció la detención de un supuesto ladrón que, en un principio, se pensó que había fallecido de un infarto. La fiscala Adriana Giannoni recibió ayer el informe de la autopsia: la causa de la muerte fue asfixia, como ocurrió en Estados Unidos con George Floyd, el hombre que falleció después de haber soportado una violenta detención.

Según la información policial, todo comenzó a las 12 en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Congreso. Un desconocido le habría robado algo -no se precisó qué sustrajo y tampoco se confirmó que la víctima haya realizado una denuncia- a Jacinto Colodrero, de 50 años, oriundo de Lules. La agente Jessica Gómez pidió refuerzos y corrió tras los pasos del sospechoso. A la persecución se sumaron el oficial Cristian Fernando Gómez, las agentes Diana Suárez y Claudia Vizcarra. Al llegar a Las Heras primera cuadra encontraron a Josué Molina y Melanie Mariel Caliva, que ya tenían reducido al sospechoso.

En el acta, los efectivos señalaron que cuando trasladaban a la seccional 1°, el aprehendido comenzó a decirles que se sentía mal. Con la asistencia de los paramédicos del 107, el arrestado fue trasladado hasta el hospital Padilla, donde fue identificado como Walter Ceferino Nadal, de 43 años. Murió a los pocos minutos al sufrir un infarto.

Al tomar intervención en el caso, la fiscala Giannoni ordenó que se le realizara la autopsia. Ayer, a última hora de la tarde, los forenses le confirmaron que el hombre no había muerto por causas naturales. Por las lesiones que presentaba en el cuello, su deceso se habría producido por asfixia.

Ricardo, plomero que venía de realizar un trabajo, está aterrorizado. Habló con LA GACETA con la única condición que se preservara su identidad. “Caminaba por el lugar y me topé con esa escena. Era todo muy violento. No entendía nada. Alcancé a ver que el policía más grandote se le abalanzaba y le ponía la rodilla en la nuca. El tipo, que parecía un hombre más grande, no se podía ni mover. A los gritos pedían a la gente que no se acercaran y que no filmaran con los celulares”, comentó.

El testigo agregó: “al parecer, los policías parecían no creerle que no podía respirar. En un momento el hombre se quedó callado y se puso blanco. Ahí los efectivos se asustaron y pidieron ayuda. Llegaron los de las motos del 107, lo reanimaron y recién lo llevaron en una ambulancia”.

La versión del plomero coincide con testimonios de algunos vecinos que publicó LA GACETA en su edición de ayer. “Algunos vecinos dijeron que los policías lo trataron mal, que se le tiraron encima, pero creo que actuaron correctamente. O por lo menos, tomaron todos los recaudos para proteger sus vidas y para que no se escapara”, sostuvo Pedro Fernández, empleado de un comercio de la zona.

Giannoni, después de haber recibido el resultado de la autopsia, comenzó a tomar medidas. La más importante es ordenar a los investigadores que analicen las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar a las personas que intervinieron en la mortal detención de Nadal.

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