Que la alerta del Siprosa no pase inadvertida

Que la alerta del Siprosa no pase inadvertida

24 Junio 2020

“Que haya cierta flexibilización para la población no quiere decir que no tengamos que cuidarnos”, subrayó el secretario ejecutivo médico del Siprosa. La preocupación del doctor Luis Medina Ruiz se focaliza en los meses venideros, cuando las enfermedades respiratorias alcanzan el pico de contagios en Tucumán. Si julio y agosto son los meses más complicados en ese sentido, con la amenazante presencia del coronavirus la situación se complejiza. De allí la alerta lanzada por una de las principales autoridades de la provincia en materia sanitaria. Son épocas de máxima presión epidemiológica y, hasta aquí, lo benigno del clima ha sido una ayuda. Pero el frío aterrizará en cualquier momento.

El problema es que al cabo de numerosas advertencias, emanadas de toda clase de fuentes, la sociedad fue perdiendo la capacidad de reacción y el impacto de las noticias se amortigua. El cansancio lógico al cabo de 100 días de aislamiento -se cumplirán el fin de semana- contribuye a bajar la guardia. Si un funcionario anuncia que lo más grave de la pandemia se proyecta para julio y agosto suena a figurita repetida. ¿No decían lo mismo con miras a mayo? ¿Y después a junio? El ritmo de propagación de la enfermedad está unido a una serie de variables que torna imprecisos los cálculos.

Siempre se dijo que las medidas de cuarentena y aislamiento apuntaban a ganar tiempo para que el sistema de salud no colapsara de producirse una explosión de casos. “En el país, sólo 393 de las 11.500 camas de terapia intensiva están ocupadas por pacientes con coronavirus”, informó ayer el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García. Es el 3,4%. La mitad de esas camas, que suman al sector público y al privado, están vacías. El resto alberga pacientes con patologías que no involucran a la covid-19. No obstante, el ministro apuntó que de continuar incrementándose la cantidad de casos en el AMBA esa holgura desaparecerá velozmente. En cuatro semanas, precisó.

Tucumán cuenta con 342 camas de terapia intensiva y hasta ayer a la tarde ninguna estaba destinada a enfermos de coronavirus. Los 11 pacientes internados con covid-19 (tres en el Centro de Salud y ocho en el Hospital del Este) no revestían estado crítico, detalló el Siprosa. No obstante, la alarma está encendida y Medina Ruiz la hizo sonar, afligido por los desbordes evidenciados tras las medidas de flexibilización. “Sabemos que tenemos un problema, porque somos una provincia mediterránea de mucho tránsito, densamente poblada y con mucha presión epidemiológica alrededor, tanto en provincias vecinas como en los países limítrofes”, indicó el funcionario.

La sensación de que el peligro pasó, o de que al menos se mantiene lejano, se percibe en la despreocupación con la que muchos tucumanos afrontan el día a día. Cada vez se ven menos barbijos y más concentración de gente, mientras personal del Siprosa recorre los barrios en una campaña de detección de casos que seguramente ayudará a clarificar un poco más el panorama.

La sociedad clama por buenas noticias, deseosa de una vuelta a la normalidad sin condicionamientos. Cualquier mensaje en sentido opuesto provoca malestar. En consecuencia, si el Siprosa explica que lo más complicado está por venir, es inevitable que la primera respuesta sea el rechazo. Así de delicado es el momento. Lo que no podemos es hacer oídos sordos ni aflojar en la obligación de cuidarnos.

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