Cartas de lectores

- Ley de contravenciones

Llama la atención el pedido de un grupo de legisladores para aplicar la ley de contravenciones a quienes propicien lugares de proliferación de mosquitos. El mes pasado, 500 vecinos de Villa 9 de Julio iniciamos un expediente ante el Siprosa, pidiendo la clausura de un predio que comercia con toneladas de chatarra y es foco de al menos 35 casos de dengue en nuestro barrio. El peor, un niño de ocho años con enfermedad grave. Le pedimos a los legisladores que exijan que se respete el código de planeamiento urbano que prohíbe expresamente el funcionamiento de estas actividades en una zona residencial. En la ciudad funcionan muchos otros predios comerciales e industriales con los cuales deberían comenzar. No se ha acercado a darnos respuestas ningún funcionario municipal ni provincial y afirmamos con convencimiento de que la provincia no está generando un debate serio y público para generar políticas sostenibles ante esta futura endemia.

Pedro Ottonello

Uruguay 217 - San Miguel de Tucumán


- Discusiones innecesarias

Muy ilustrativo el artículo “La Corte de la Nación reactiva la pesquisa de un basural local” (16/06). Con llamativa posición de la minoría. Recrea sobre todo la tardanza de la Justicia, en temas de inminencia que requieren inmediatez y severidad, en su trato, tanto por el Ejecutivo y por el Judicial. 13 años pasaron para que la Justicia decida quién juzgará. Innecesariamente. Ya en el año 2007, y antes, estaba zanjada esa inservible discusión, en relación con los eventuales afectados. La misma GACETA calificó de inédito, un proceso- idéntico al comentado- contra ex intendente de Concepción Octavio Muedra, por un basural irregular a cielo abierto, con residuos patológicos, que contaminaba las napas y a las personas directamente. Fue Juzgado por el TOF, a instancia de una actuación de oficio que impulsó el fiscal Federal Ferrer, convalidado por la Justicia Federal de Tucumán, en relación a la competencia e iter procesal. El Tribunal Oral sentenció solo a un año de prisión condicional, luego confirmado por la Cámara de Casación Penal, a pesar de lo probado y solicitado por la acusación. No sé si hoy se sigue arrojando residuos de sanatorios u otros patógenos o peligrosos a la vera del Gastona, pero quedó en aquel expediente una foto patética de un niño sentado dentro de un cajón, mientras su madre recogía basura para vivir, postal que aún se ve, lamentablemente. Deberán recordar los señores jueces que, mientras los expedientes duermen en sus cómodos y opulentos despachos, hasta que se inclina la balanza, hay seres humanos y vivientes, contaminándose y padeciendo injusticias, por su injustificable morosidad, y genuflexión obsecuente a las vacías formas, en inconducentes conflictos, con que apartan, eluden, postergan o retardan el deber, bien pago, de dictar oportuna Justicia.

Alberto García Biagosch

Haití 56 - San Miguel de Tucumán


- No sembrar cizaña

Al parecer unas de las técnicas de mayor rédito político es alentar el sentimiento de que la sociedad se divide entre buenos y malos, hay personas que por este medio que generosamente nos brinda LA GACETA, intentan imponer sus ideas fomentando la división social. Nuestra historia está plagada de trágicos acontecimientos que han tenido su origen y se desarrollaron excitando al odio, dividiendo al pueblo entre los buenos y los malos (los santos y los diablos).Ya lloramos muchas tragedias, acumulamos mucho dolor, odios, resentimientos y frustraciones; debemos salir de esta penosa histórica huella y derribar la muralla que nos separa del “mundo” de los otros, dejar de ser distantes y convivir en paz pese a las diferencias, aprender de una buena vez que debemos pactar; y que pactar no es ceder, que nunca la razón es patrimonio exclusivo de nadie y que aun entre los extremos debe existir una causa en común, el bienestar de todos sin distinción alguna. La sospecha de que estamos envueltos en un circo de desvergüenza y ridiculeces genera un irritante desasosiego, al no poder descubrir cuán libres y satisfechos podríamos llegar a sentirnos o cuan libres nos gustaría llegar a ser, como seres humanos y como sociedad. Si pretendemos un resultado diferente no sigamos haciendo lo mismo; captar conciencias a través de fomentar la “grieta” es incurrir en un tremendismo inadecuado genera desconfianzas y zozobra; al parecer esta táctica se a asumido como estrategia divisionista sustentada en el menoscabo y la descalificación por parte de importantes funcionarios del gobierno, simpatizantes o militantes de todos los partidos políticos,y algunos políticos de la oposición innecesario sería recordar ejemplos pues están presentes por reiterados en la memoria de todos). Las vedadas amenazas de reformas a logros alcanzados y amedrentar promoviendo la descalificación del adversario, las acusaciones permanentes hacia periodistas que cumplen con su misión de informar la verdad ( sin venderse ), estas prácticas conducen inexorablemente a promover y exacerbar el miedo y la intranquilidad, logrando de esta forma agudizar la profunda fractura social. Todo dirigente está obligado a promover la concordia, el entendimiento, evitando cualquier situación de violencia siempre destructiva para la paz social. Creo que quien escribe debe tener un amplio conocimiento del tema que desarrolla, para llevar a cabo el mensaje que desea transmitir, sin ofender o menospreciar al que piensa diferente, sin pasionismo partidario que nubla la mente. Entre todos podemos conseguir la paz y el bienestar general, prometiendo un un futuro mas generoso a la generacion venidera, sin la infamia de la corrupción que roba el pan a los pobres. Esto quizas sea lo que deberiamos tratar; quizás ayudaría a que en los tiempos de hoy, que sufrmos la grave crisis del covid 19 y la económica, donde debemos precticar mas la solidaridad y la armonía, nos ocupemos menos de criticar y construyamos puentes que nos unan, que nos puedan servir de inspiración y retomemos algo de importante para todos; el respeto por el otro y la verdad; buscando siempre lo sencillo, aportando algo para reconciliarnos, pues ahi donde permanecen los verdaderos valores humanos. Como para aclarar: No soy simpatizante de ningún partido político; no soy ni de izquierda ni derecha, ni me adhiero a ningún “ismo” (macrismo, cristinismo, kirchnerismo, peronismo, radicalismo, etc.). Mi “ismo” es el argentinismo.

Pablo José Giunta


- Controles de precios

En su carta del día 19/06 el lector José Emilio Gómez manifiesta que el gobierno del presidente Fernández debería endurecer aun más los controles de precios con el objetivo de ayudar a los pobres y alcanzar la afamada “justicia social”. Como estudiante de Ciencias Económicas me resulta necesario aclarar, tanto a él como a los demás lectores, que los controles de precios, si bien tienen intenciones de reducir el costo de vida para los más pobres, lo único que traen consigo es escasez y una agravación del nivel de vida de la población en general que, lamentablemente, repercute aun más en aquellos a quienes, se suponía, debían beneficiar. Este no es un planteo teórico surgido de complicados libros de macroeconomía con elaborados planteos matemáticos y simplificaciones para hacer que el modelo “cuadre”. Es una cuestión empírica. En la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, la ley de alquileres en 1946 mantuvo los precios de la locación de viviendas artificialmente bajos, produciendo que el negocio fuera poco rentable, además de que más gente demandara viviendas y, en consecuencia, una terrible escasez de la misma (375 pedidos de alquiler por cada 10 inmuebles ofrecidos). Lo curioso es que en 1906, sin ley de alquileres, un terremoto, más un incendio, destruyeron prácticamente toda la ciudad, dejando sin casas a 226.000 habitantes y no se produjo para nada una escasez similar a la del 46, según los diarios de la época (64 casas para alquilar vs 5 avisos de búsqueda de casa según el San Francisco Chronicle del 24 de mayo de 1906). Una crisis habitacional mucho más grande se puede ver también en la Suecia post Segunda Guerra Mundial y en la actual Ciudad de Nueva York. La explicación es sencilla, alquileres bajos hacen que más gente demande viviendas (algunos que, con precios más altos, no buscarían alquilar) y que las constructoras destinen sus recursos a otro tipo de inmuebles, dado que estos precios bajos producen que el negocio no sea rentable. Israel desde su nacimiento en 1949 hasta mediados de los 70 mantuvo férreos controles de precios sobre los alimentos y la vestimenta a la par que se financiaba con emisión monetaria. El resultado fue que los productores y fabricantes debían enfrentarse a costos crecientes por la inflación con precios bajos. Los minúsculos márgenes de ganancias fueron sacando productores del mercado, ocasionando la mencionada escasez y la aparición de mercados negros para poder cubrir la nefasta falta de alimentos. Lo mismo ocurrió durante prácticamente toda la existencia de la Unión Soviética y ocurre en la actual Venezuela chavista. El Reich Alemán, durante la Primera Guerra Mundial, decidió financiar los gastos del conflicto mediante una política inflacionaria y, para evitar que esta se dispare, estableció controles de precios y tarjetas de racionamiento para cada alemán. Los precios artificialmente bajos generaron que el negocio no fuera rentable para los productores de alimentos, por lo que se produjo una gran escasez de alimentos que luego empeoraría con la derrota en la Gran Guerra. Sin embargo, esto no detuvo los controles de precios, que se extenderían al control de salarios, volviendo permanente el desempleo en Alemania. Estas políticas, junto a otros factores, llevaron al malestar del alemán promedio a colocar a Adolf Hitler en el poder. El resto es conocido por todos. Destaco además que la Alemania post Segunda Guerra logró convertirse en el magnífico país que es actualmente gracias a la “Economia Social de Mercado” (propuesta por su ministro de economía de aquel entonces, Ludwig Erhard) que no es otra cosa que permitir la determinación de precios a través del libre mercado, garantizar la propiedad privada, la justicia, financiamiento a través de impuestos progresivos y no regresivos (como los impuestos al consumo) y la intervención del Estado sólo cuando el mercado genere alguna imperfección (como monopolios u oligopolios). En definitiva, los controles de precios y salarios lo único que generan es todo lo contrario a sus objetivos. Es decir, generan aun más pobreza y miseria.

Víctor Yaser Morales  



Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected], consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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