La solidaridad en Aguilares une a hinchas y a dirigentes

El espíritu solidario derriba el muro de la rivalidad futbolística. Es lo que sucede en Aguilares con hinchas y dirigentes de los más tradicionales clubes de fútbol: Jorge Newbery y Deportivo Aguilares. Los choques entre estos equipos, todos los años, agitan la pasión al límite de convertirlo entre los clásicos más fervorosos de la provincia. Sin embargo ahora eso queda atrás y unos 20 seguidores de ambas instituciones, y también con la colaboración de integrantes del club de rugby Aguará Guazú, se unieron hace dos meses para poner en marcha la “olla solidaria”. Es una iniciativa que nació con el afán de asistir con comida a las familias más castigadas por las consecuencias que trajo la pandemia del coronavirus en esa ciudad. En un principio comenzaron brindando un plato de alimento a 100 personas. Ahora esa cifra creció a 500. Se prevé que seguirá en aumento.

“Somos un grupo de vecinos, entre los que hay adolescentes y adultos, que decidimos dar una mano a la gente que, ante la paralización de las actividades económicas a causa de la covid-19, vive una situación muy difícil. Nos unimos para llevarles dos veces a la semana un plato caliente de comida” comentó Luciano Arévalo, dirigente de Deportivo Aguilares. “Aquí olvidamos las rivalidades futbolísticas. Somos todos amigos empujados por un fin solidario. Afortunadamente tenemos una respuesta satisfactoria de toda la comunidad. Y el trabajo crece en forma permanente de la mano de la cantidad de gente que nos necesita” añadió. “Cocinamos los miércoles y sábado y la comida es distribuida en los barrios 11 de Marzo, San Francisco y Colón. Ahí hay mucha gente, la mayoría niños, esperando su plato de comida” dijo Ramiro Ávila, de Aguará Guazú. “A pesar de que esto no tiene ningún fin político, comenzamos a recibir la ayuda de funcionarios municipales y concejales. Al mismo tiempo es muy valioso el aporte de vecinos y comerciantes. Sin ellos esta tarea solidaria no sería posible” apuntó el dirigente.

Todos juntos

En el grupo solidario cada cual tiene una función. Está el que, como Hernán Álvaro, se dedica a difundir las actividades a través de las redes sociales y al mismo tiempo solicitar las ayudas necesarias para mantener la “olla solidaria”. Otros se abocan a la recolección de las mercaderías y de las leñas para el fuego que servirá para cocinar. Están además los que preparan los alimentos y se encargan, a través de vehículos particulares, de la distribución de la comida. “Nos están saliendo bien la cosas y a la vista de que esta pandemia no tiene a corto plazo indicios de que termine, vamos a tener que seguir trabajando, y más. De ahí que vamos a necesitar de más colaboraciones” expuso Nicolás Guardia, fanático de Jorge Newbery. A la par de la tarea de preparar y distribuir comida, los benefactores también organizan rifas u otros beneficios para recaudar fondos destinados a alguna persona en situación de emergencia. El sábado, en el barrio 9 de Julio, realizaron un locro con el objeto de reunir recursos para un vecino que sufrió un grave accidente. “Nuestra tarea se ha fortalecido a través de las redes sociales. La exhortación a la solidaridad que enviamos llegó a mucha gente que se volcó decidida a contribuir a esta campaña que llega a los barrios más carenciados” contó Álvaro. “Los chicos y adultos llegan a nuestros puestos de entrega con sus respectivos recipientes y los barbijos colocados. Se les exige que guarden la correspondiente distancia. A los que no tienen barbijos se les obsequia uno” precisó el hombre. Los platos varían en función a la ayuda que reciben. “A veces preparamos un guiso suculento; en otras, arroz con pollo o también alguna comida al disco. Es gratificante ver cómo todos trabajan con entusiasmo” resaltó Fabián Díaz.

Doña Andrea Méndez, vecina del barrio 11 de Marzo, valoró el enorme trabajo que despliega el grupo solidario en ese lugar. “La verdad es que aquí hay muchos chicos y adultos que no todos los días tienen para comer. Son de familias numerosas con trabajadores jornaleros que, a causa de la pandemia, están sin trabajo. De ahí que la comida que nos llega es una gran bendición” dijo.

Hinchas y dirigentes con barbijos de sus respectivos clubes se mezclan en una acción que está por encima de la rivalidad futbolística: la de trabajar para mitigar el hambre de muchos vecinos.

Otras tres ayudas

1. Huirapuca es otra de las instituciones deportivas que reaccionó solidariamente ante la situación de crisis que afecta a numerosas familias del interior tucumano. Con el fin de brindar ayuda a los más damnificados también organizó una campaña de recolección de mercaderías que se distribuyó en comedores y barrios humildes del sur. Las entregas las concretaron los jugadores de las divisiones juvenil e inferiores.

2. Alberdi también afloró la solidaridad en un grupo de jóvenes, algunos futbolistas, comerciantes y empleados, que cocinan en distintos puntos de la ciudad y comunidades aledañas. Exequiel Ortega, contó que la cocina solidaria la vienen realizando desde hace varias semanas a partir de la grave situación económica que advirtió en numerosas familias que se quedaron sin trabajo. “Esto surgió a fin de garantizar al menos un plato de comida a niños y adultos que la están pasando mal. Y esto es posible porque hay muchos comerciantes y otros vecinos que nos colaboran con carne, verduras y fideos. Vamos donde vemos necesidades” precisó Ortega. “.

3. La Asociación Civil Motores del Sur anunció que pudo concretar una acción solidaria hace algunos días. La entidad había comunicado que, con el apoyo de un subsidio, se iban a entregar alimentos no perecederos a familias carenciadas. “Nos enorgullece trabajar no sólo por el deporte sino también para poder dar una mano a personas que necesitan. Como club nos reconforta, nos renueva y genera sensaciones parecidas a disfrutar de un karting o un auto de carrera. Damos gracias a Dios y cada una de las personas que nos acompañan, que también luchan día a día ante esta crisis”, dijo la ACMS.