¡Cuántas historias especiales habrá para contar cuando la pandemia termine! Lindas y otras no tanto. En la primera columna se apunta la de la familia de Iván Troitiño. Él es el presidente de la Federación Tucumana de karate (FTK), una de las entidades que más fuerza hizo para que la flexibilización de actividades abarque a los gimnasios y centros deportivos específicos como el que tiene la familia que practica el arte marcial.
Se valieron de todos los recursos para tener éxito en el pedido, no sólo de la presentación de los protocolos de seguridad exigidos por las autoridades. Con la idea de “una imagen vale por mil palabras” es que el sensei ideó un video concientizador que llamó “Nosotros también te cuidamos”. Hace poco más de una semana la meta que perseguían se concretó y la actividad del sector se reactivó. Que los Troitiño hayan pasado de karatecas a actores fue un aporte para lograr la meta.
“Se trataba de nuestro trabajo de toda la vida. Algo que se forjó hace más de 25 años. Por eso di el sí inmediatamente”, explicó Helen Eichele, esposa del directivo, cuando Troitiño le comentó la idea, ya con guión en mano. Y eso que a ella la exposición le cuesta. “Soy de perfil bajo, no me gusta aparecer, ni hablar mucho. Lo contrario a él, por eso será que nos complementamos”, reflexionó la “actriz” que en el video muestra el uso de la “pistola laser” para controlar la temperatura corporal. Al ingresar al edificio de calle Santa Fe al 2.000 se realiza el control para detectar posibles casos de covid-19.
“¿Si me costó actuar? ¡No! Para nada, me encanta”, contó Valentina, bien distinta a su mamá. Ella en la filmación actúa como una usuaria del gimnasio y advierte que, si la “pistola laser” indica que alguien tiene fiebre, el ingreso no será permitido. A las tres hermanas -Martina, Micaela y Valentina-, el papá las describe como “artistas por naturaleza”.
“Debe ser porque siempre me gustó el tema de la actuación. A diario me filmo haciendo tonteras con mi novio para sacarle sonrisas a la gente”, afirmó Valentina, de 23 años. Para las hermanas, la propuesta fue más fácil de aceptar que para mamá. Por el lado de Nicolás, que ya no vive con ellos, la idea también le pareció excelente.
Todo encajaba, en cuanto a actores se refiere, para armar el video en época de cuarentena cuando los desplazamientos estaban reducidos a casi la máxima expresión. En casi cuatro horas de un domingo, con el mejor celular que había en la familia, hicieron decenas de tomas que luego Samira Chamut, hija de un matrimonio amigo de toda la vida, se encargó de editar.
“Era la indicada por su obsesión por las fotos y videos artísticos que edita en las redes”, comentó Troitiño. Su trabajo fue bueno, al menos eso muestra el Facebook “Santa Fe Gym”, que indica que la filmación fue compartida 1.250 veces.
La creación del video vino por la cuestión de que la paciencia ya se iba agotando, como así también los recursos económicos. La crisis sanitaria no da respiro y todo suma para encontrarle soluciones a los problemas que se generan. “Suponía que los que toman las decisiones estaban hartos de leer una pila de protocolos; algunos más exigentes que los de la NASA y otros muy precarios. Para deportes individuales y otros, de equipos”, explicó Troitiño el por qué de elaborar un contenido audiovisual.
“La gota que derramó el vaso fue un protocolo que pretendía excluir las artes marciales y al boxeo por ser deportes de contacto, desconociendo que hay mil formas de entrenarse sin llegar al contacto físico y que no hay un gimnasio en donde no se den clases de un arte marcial”, agregó el presidente de la FTK que celebró el regreso, no sólo por ver los rostros de antes, sino porque advirtió que se había sumado gente nueva.