Ayer al mediodía, Roberto Lucena, cabo de la Policía de Tucumán, fue asesinado por motochorros que se llevaron su moto. Hoy se conoció que minutos antes y minutos después del crimen, otros dos agentes también fueron víctimas de delincuentes que lo interceptaron con la misma modalidad.
A las 7, cuando viajaba en su moto hacia el norte, el sargento Esteban David Mata -del escuadrón 55-, fue sorprendido por dos hombres que comenzaron a lanzarle piedras desde la vereda.
El ataque ocurrió en las cercanías del puente Lucas Córdoba y el gendarme logró salir con vida. Fue diagnosticado con un traumatismo en el brazo izquierdo.
Lucena fallece al mediodía, tras recibir un disparo en el pecho. Una hora más tarde, Jorge Leonardo Décima, oficial subayudante de la Policía, ingresó al Centro de Salud con heridas de arma blanca en la zona lumbar.
Décima notificó haber sido atacado por dos delincuentes cuando se detuvo en un semáforo de la avenida Eva Perón, Alderetes. Los ladrones quisieron quitarle su moto y al poner resistencia, lo hirieron. El oficial debió ser operado.
Tanto Mata como Décima circulaban de civil cuando fueron interceptados.