Por Rodolfo Casen y Gustavo Rodríguez 29 Mayo 2020
En cuestión de horas la investigación del crimen de Luis Armando Espinoza tuvo importantes avances. Se habría identificado de quién sería el arma que efectuó el disparo que le arrancó la vida hace exactamente dos semanas en el paraje de Melcho, al sureste de la provincia. En un allanamiento realizado ayer en la comisaría de Monteagudo, donde prestaban servicios nueve de los 11 imputados, se secuestraron varios elementos que complicarían su situación procesal. También se confirmó que uno de los detenidos es un aspirante a ingresar a la fuerza. Pero a pesar de las novedades, surgió un nuevo indicio: el trasfondo sería la participación policial en el oscuro mundo de las carreras cuadreras ilegales en el interior de la provincia. Esta línea ya está siendo investigada por la fiscala Mónica García de Targa o, al menos, figura en el expediente. Estos son los detalles de la causa:
Uno
An audio comprometedor
Ayer, en medio de los trabajos de investigación, se conoció la existencia de dos audios que fueron enviados por supuestos organizadores de carreras cuadreras ilegales. Un tal “Gaby”, le recrimina a un hombre al que identifica como Ramón por insistir con la realización del festival de pruebas ecuestres ilegales. “Me citó el comisario (Sergio) Bazán para advertirme que no se hagan las carreras”, le dice “Gaby” a su interlocutor. En el reclamo, el autor del audio señala además que los policías ya se habían enterado de que se había organizado otro encuentro clandestino en la localidad de Los Mendoza. “Creo que hablé con las buenas. No se puede correr. He dado toda (la información) de quienes han corrido en Los Mendoza y quiénes correrán mañana. Si no entendés por las buenas, lo vas a entender por las malas porque yo ya hablé con el policía, con el jefe de Zona”, insistió Gaby. “No entendés. Parece que es un chiste para vos. Parece que te van a meter en cana cuatro o cinco días para que entiendas. No se puede correr, hermano, no se puede correr. No tengo por qué pagar los platos rotos yo por ustedes; parece que están confundidos”, se escucha en la última parte del audio.
Dos
Dudas y certezas del mensaje
Las identidades de las personas que aparecen mencionadas no fueron confirmadas por el momento. Se sospecha que son dos referentes de las carreras cuadreras en ese sector de la provincia. También se cree que el encuentro entre “Gaby” y el comisario Bazán se podría haber realizado en la comisaría de Monteagudo, pero esa posibilidad no se podría haber confirmado, ya que no existiría ningún acta en la que se informe sobre el encuentro y, mucho menos, la advertencia del funcionario policial al señalado como responsable de la organización de la carrera cuadrera en Melcho. Bazán, según confiaron fuentes judiciales, fue quien ordenó a los efectivos de esa dependencia policial que llevaran adelante ese operativo (eso sí está documentado) para evitar que se desarrolle o se suspenda el encuentro. Este elemento, de alguna manera, despeja algunas dudas que hubo sobre por qué los policías se presentaron en el paraje de Melcho. Pero al mismo tiempo, abre otros interrogantes: ¿los uniformados buscaban proteger a algún sector en particular? ¿Por qué el procedimiento estuvo plagado de irregularidades? ¿Sabían los superiores de Bazán sobre lo que estaba sucediendo?.
Luis Espinoza
Tres
Una sospechosa reunión
La familia de la víctima declaró que varios de los policías implicados, antes de que se produjeran los incidentes, estaban reunidos en la casa de un tal “Pequelo”, que sería un policía retirado y que también estaría vinculado al ambiente de las carreras cuadreras. Según los Espinoza, participaron de un festejo, por lo que habrían violado el aislamiento preventivo obligatorio. En ese lugar, por pedido de Bazán, organizaron el operativo que derivó en la trágica muerte de Espinoza.
Cuatro
¿Un sistema para la caja negra?
Espinoza murió al recibir un disparo en la espalda cuando intentó defender a su hermano Juan de la golpiza que sufría. Los hermanos se habían topado con un desbande que causó la presencia de los efectivos en el lugar. Los audios generaron un mar de sospechas sobre la actuación policial. Es cada vez menos creíble que los efectivos concurrieron a Melcho para obligar a los asistentes a que cumplan con la cuarentena (de hecho ellos la habrían violado en la reunión en la que supuestamente participaron) en un procedimiento plagado de irregularidades. Podrían haberse presentado por pedido de otra persona (debería ser alguien de mucho peso para dar órdenes a un funcionario policial importante) o habrían exigido algún tipo de soborno para garantizar su desarrollo.
AVANZA LA INVESTIGACIÓN. Los especialistas realizan las comparaciones balísticas en el laboratorio de tribunales de la capital.
Cinco
Una pericia reveladora
Ayer, a través de una pericia balística se habría comprobado que el arma reglamentaria del oficial José Morales fue la que disparó el proyectil que acabó con la vida de Espinoza. Ahora queda establecer que la pistola Jericho (que forma parte del lote que adquirió el PE con una inversión millonaria) fue ejecutada por ese detenido. A pesar de este estudio, todavía no se resolvió la situación procesal del subcomisario Rubén Montenegro, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya y Miriam González; el agente Esteban Rojas González y el vigía ciudadano de la comuna Sergio Santillán. Ayer se confirmó que Álvaro Rojas, el último apresado, que es primo de Rojas González, era aspirante a ingresar a la fuerza de seguridad.
Seis
Allanamiento positivo
Personal del Equipo Científico de Investigación Fiscal y de la Brigada Sur, dirigido por un funcionario judicial, terminó de realizar un allanamiento en la comisaría de Monteagudo. Se examinaron algunos armarios de la dependencia policial y se hallaron cables similares a los usados para atar a Espinoza antes de arrojarlo en Catamarca.
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