Los legisladores del interbloque Vamos Tucumán cuestionaron ley contra los "motochorros", sancionada hoy en el recinto, porque consideran "que se trata de una distracción ante la inoperancia de las autoridades provinciales para resolver la inseguridad que reina en Tucumán".
"Bajo el título de ser una ley contra los motoarrebatos, lo único que se regula son limitaciones para circular en motos de particulares, trasladando un manto de sospechas sobre las personas por el solo hecho de utilizar este medio de transporte. Los directamente afectados serán los tucumanos que diariamente usan las motos para poder trasladarse a sus trabajos, a los hospitales o a visitar a su familia, y que ahora deberán tramitar permisos especiales para poder circular y llevar su vida normalmente", dijeron a través de un comunicado.
Además, comentaro que "en el proyecto original pretendían poner a los empleados de las playas de estacionamiento y guarderías de motos como escudos humanos para tratar de que se cumpla esta normativa, sometiéndolos a ser víctimas de situaciones de violencia. Si tal como dicen los impulsores de la iniciativa se busca evitar los motoarrebatos, los delincuentes que se movilizan en estos vehículos circulan armados, con lo que la posibilidad de poner en riesgo su vida no es una hipótesis descabellada. En igual situación querían exponer a los empleados de las estaciones de servicios. Era inadmisible este intento del Poder Ejecutivo de delegar en particulares el control de la seguridad, que debería estar a cargo las fuerzas policiales".
José María Canelada, Walter Berarducci, Raúl Pellegrini, Federico Masso, Raúl Albarracín y José Ricardo Ascárate también aseguraron que "el fracaso de la política de seguridad, que tiene al ministro Claudio Maley como su principal responsable, no puede ser tapado con una ley que expone a los ciudadanos a hacer la tarea que el Estado no hace".
"Esta ley no traerá ninguna solución de seguridad a los tucumanos. Se trata de un maquillaje que pretende desviar la atención del descalabro de inseguridad que vivimos a diario. Es una farsa que nos quiere hacer creer que hay un plan cuando todos los tucumanos sabemos que desde hace años estamos librados a la buena suerte", concluyeron.