Una asociación civil de abogadas feministas, que tiene por finalidad empoderar a la mujer desde el derecho, pidió la remoción del cargo del senador nacional, José Alperovich. En medio del vencimiento del plazo de la licencia, que pidió el ex gobernador de Tucumán en la Cámara Alta, la Asociación de Abogadas Feministas (Abofem) envió el pedido por escrito a la presidenta del cuerpo, Cristina Fernández.
"Siendo evidente e inmoral el accionar de Alperovich es que venimos como ciudadanes a requerir a las autoridades que se apliquen los mecanismos para su apartamiento preventivo seguido de su remoción al cargo como senador nacional", dice el documento.
Las denuncias
Alperovich había pedido licencia sin goce de sueldo el 25 de noviembre del año pasado (ingresó al Senado como expediente 3311/2019). Esa solicitud de licencia se basó en las denuncias que se encuentran en la Justicia de Tucumán bajo los autos “Alperovich Jose Jorge s/ abuso sexual con acceso carnal" (en Tucumán es el expediente 80772/2019) y la causa que se tramita en la Ciudad de Buenos Aires por el mismo delito (expediente 86765/2019).
Las abogadas resaltaron que la gran preocupación de las firmantes es el rol de Alperovich en el Senado. "Es inseparable la persona del cargo, en el caso de referencia del legislador Alperovich, dado que nos encontramos frente a un legislador acusado de abuso sexual agravado en Tucumán y en Ciudad de Buenos Aires. "Es imposible dejar pasar ese hecho -dijeron en el escrito-, porque si bien no se relaciona con su banca como legislador, si se relaciona con sus convicciones, con su percepción de la realidad y su posición de poder frente a las mujeres", señalaron.
En manos de Cristina Fernández
El documento fue dirigido hoy a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández. Las abogadas feministas remarcaron que su pedido se fundamenta en la Constitución Nacional y en los Tratados Internacionales. Además, remarcaron que la reciente adhesión de Tucumán a la "Ley Micaela" refuerza sus argumentos. "Hoy felizmente nos encontramos con una mayor difusión y cumplimiento de la Ley Micaela en todo el territorio argentino. En este sentido -aseguraron- la aplicación de la perspectiva de Género no se agota en la implementación teórica de la misma sino también en su aplicación práctica y cotidiana".
En el escrito, que tiene seis carillas, Abofem también detalló que el Estado argentino incorporó al sistema jurídico la ley 26485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
"El Estado es responsable por la comisión de violencia que sea ejercida por acción u omisión… con lo cual consideramos que es de vital importancia que sea el mismo Estado quien tome las medidas pertinentes -destacaron en la presentación-. Que un legislador acusado de abuso sexual, se encontrara sesionando, ¿acaso ese no es un acto extremadamente violento? El Estado al tolerarlo, ¿no estaría reproduciendo prácticas que por omisión son violentas?", se preguntaron.
El reglamento interno
Las letradas pidieron la remoción del cargo para Alperovich en base al artículo 66 de laConstitución Nacional. Ese artículo establece que cada Cámara hará su reglamento y podrá con dos tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros
por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirle de su seno; pero bastará la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las renuncias que voluntariamente hicieren de sus cargos.
Un agravante
"Es un hecho gravemente reprochable, además de sobreviniente que encuentra al accionar de Alperovich por las acusaciones de comisión de delitos contra la integridad sexual de su sobrina -advierte el documento-, no es un detalle menor que la sobrina trabajaba con él, lo cual agrava aún más, el hecho aberrante del abuso sexual, ya que pone de manifiesto con más énfasis que su comportamiento en su ámbito de trabajo es atravesado por su forma de concebir a la mujer como un objeto siendo pasible de ultrajar, abusando sexualmente y psicológicamente de ella", detallaron.
Violencia psicológica
La Asociación de Abogadas Feministas es la primer agrupación de este tipo y con este carácter. "¿Acaso no es inmoral -se preguntaron-, que Alperovich esté siendo acusado penalmente de abuso sexual agravado?... creer que el abuso, se agota en el hecho en sí mismo, sería no entender que los abusos sexuales más allá de perpetrarse en la mayoría de los casos en ámbitos intrafamiliares, llevan consigo abuso de poder, abuso de confianza, violencia psicológica", insistieron.
Elegí elevar mi caso a la Justicia, a pesar de lo difícil que es llevar a cabo una denuncia, por mi necesidad de poner las cosas en su lugar y de decirlas para liberarme de su carga. Creo que legal y socialmente es el lugar en el que le corresponde estar y ser tratado, había dicho la denunciante, sobrina de Alperovich.
"No estamos solas"
Por último, el pedido de las letradas, cita de manera textual un comunicado que había enviado la denunciante (sobrina de Alperovich) para expresar sus sentimientos en medio de una situación que le afecta y que espera superar. "Admiramos su fuerza y su poder de resiliencia. Nos recordamos una vez más que no estamos solas", dijeron desde Abofem.