El legislador José Ricardo Ascárate (UCR-Juntos por el Cambio) se mostró sorprendido por el comunicado emitido por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), en el cual el sector privado expresó que el radical "falsea la verdad" sobre la situación que atraviesan los titulares de las líneas de colectivos en la provincia.
En diálogo con LA GACETA, Ascárate instó a los empresarios a resolver el conflicto por la falta de pago de los salarios de abril, motivo por el cual los choferes y otros trabajadores de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) llevan 13 días de paro. "Discutamos cuando el servicio esté siendo prestado", sostuvo.
El legislador rechazó el comunicado de Aetat, y señaló que sí está al tanto la situación del transporte en Tucumán. En ese sentido, recordó que en la última sesión de la Legislatura se limitó a reclamar a la Provincia el cumplimiento de la ley 6.210, que regula el Transporte. "Hice una crítica al Gobierno y me contestan los empresarios", ironizó.
¿Qué dice la norma cuya aplicación solicita Ascárate? "Cuando las circunstancias y urgentes necesidades públicas debidamente comprobadas y justificadas hagan necesario asegurar la continuidad de un servicio paralizado por causas imputables al concesionario, el Poder Ejecutivo podrá disponer que, por intermedio de la Dirección General de Transporte se preste el mismo, usando el material rodante y demás bienes afectados a la concesión. Vencido el término que se haya dispuesto para el desarrollo del servicio en tales condiciones, sin que la causa desaparezca, el Poder Ejecutivo podrá declarar caduca la concesión. La adopción de esta medida extrema sólo podrá aplicarse luego de agotados los recursos que prevé la presente ley por incumplimiento de servicios", expresa el artículo 34.
En paralelo, Ascárate se refirió a aspectos de fondo que, a su criterio, explican la crisis en el sector. Recordó que en la década de 1980, siendo director municipal, trabajó en la puesta en marcha el sistema de cospeles en la Capital. "Fue el primer sistema prepago de la República Argentina, antes que Buenos Aires y Córdoba", recordó el ex funcionario.
Consideró que, en ese sentido, en Tucumán una de las bases del problema es que la "Aetat es dueña de la Metropolitana, que es quien certifica todo lo relativo al servicio" a través del sistema de tarjetas magnéticas. "A nivel nacional, el Ministerio de Transporte es el que certifica la SUBE, y controla todo. Y quien paga es una subsidiaria del Banco Nación, que hace un seguimiento de la tarjeta. La empresa se llama Nación Sistemas SA. Esto es básicamente una réplica de lo que hicimos en Tucumán en la década del 80", explicó. Y destacó que, gracias a este mecanismo, lo que se subsidia en definitiva es "al pasajero", y no al empresario.
"Tiene que haber un sistema prepago que no pertenezca a los mismos empresarios que prestan el servicio. Para que esto funcione, debe haber tres 'patas': el Estado, el sistema prepago y la empresa. Si le saco una pata, el sistema se cae, porque cómo hace el Estado para controlar, si el sistema prepago son los mismos empresarios. Es decir, ¿cómo hago para controlar cuántos boletos se han vendido, cuántos ómnibus circulan y cuántos pasajeros utilizaron el servicio, entre otros aspectos?”, argumentó Ascárate.
Por ello, destacó el proyecto sancionado en la última sesión de la Legislatura -promulgado por el PE ayer-, a partir del cual se ordena que los subsidios destinados al transporte sean aplicados al pago de los salarios de los choferes. La norma, además, dispone que las firmas deben elevar la nómina de los trabajadores con el respectivo CBU de cada uno, para efectuar los pagos.
"En el recinto, el vicepresidente primero de la Legislatura, Gerónimo Vargas Aignasse, contó que los subsidios no fueron depositados a las empresas porque la rendición de cuentas de Aetat estaba 'floja de papeles'. Esas fueron las palabras textuales. Entonces, le pedí que por favor no le eche la culpa a la Asociación de Empresarios, ya que el convenio de subsidios es entre la Nación y la Provincia", afirmó. Y preguntó: "¿acaso Aetat es la Provincia? Pero contestan ellos (por los empresarios), como si manejaran los fondos para subsidios al transporte".
“Estoy lejos de demonizar a los empresarios del transporte. Insisto, he sido asesor de esa área municipal y director en los 80; he sido estudioso del sistema y admirador de los empresarios que teníamos en Tucumán, con firmas que no tenían unidades con más de cinco o seis años de antigüedad. Pero no es este sistema, que cuando empezó el tema de los subsidios que nadie sabe quién maneja qué, el sistema de transportes se vino abajo. Lo que los demoniza a ellos es el incumplimiento de la normativa vigente y dejar a la población a pie, no lo que yo digo", afirmó Ascárate.