Una “isla exportadora” en medio de la pandemia

Limones con destino a Rusia. Cáscaras deshidratadas del citrus hacia Dinamarca. Fruta fresca embalada para viajar hacia la Unión Europea. Porotos y otras legumbres que van en contenedores a México, Brasil y los países árabes. Esa producción tucumana sigue comercializándose en el mundo, pese a la pandemia global del coronavirus. Y salen desde el Centro Logístico Multimodal Control Unión Norte SA, ubicado en la estratégica localidad de Colombres, allí donde se emplaza un parque industrial.

La zona es como una isla exportadora que, con los protocolos adoptados en el marco de la lucha para evitar la propagación de la covid-19, sigue recibiendo todo tipo de mercadería, con destino a los principales puertos. “Este predio es como una suerte de puerto seco, en el que se conjugan el nodo logístico exportador, con depósito fiscal, desvío ferroviario y playa de contenedores”, explica a LA GACETA Alberto Albornoz, presidente de Control Unión Norte SA, la firma que opera el centro multimodal.

Más allá de la nueva normalidad que ha impuesto la pandemia del coronavirus, los despachos tucumanos no se han detenido. En este sentido, Albornoz indica que desde hace un mes y medio salieron 500 vagones hacia los puertos para ser comercializados en el exterior. El establecimiento ha firmado acuerdos con las navieras para la disponibilidad de container en las instalaciones, lo que facilita el proceso de exportación de origen, con controles fiscales a través de personal de Aduanas y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y de los organismos fitosanitarios, que confirman la calidad y la buena salud de la producción tucumana que se comercializa en otros países.

¿Qué significa que se haga la exportación de origen? Albornoz contesta que ese sistema permite conservar en origen la producción; se realizan las verificaciones de Aduana correspondientes y se cierra el contenedor. “En el caso de la fruta fresca, este proceso implica que no hará transbordo en el puerto, conservando su estatus sanitario de origen y, por lo tanto, la calidad hasta que llega a destino”, agrega.

El complejo fue visitado por el gobernador Juan Manzur, quien ponderó la infraestructura existente. En el predio, alrededor de 250 firmas locales ubican sus producciones que luego son transportadas en tren Nuevo Central Argentino (NCA) a los puertos de Zárate, Rosario, Campana y Buenos Aires.

El ramal habilitado para Control Unión Norte SA es estratégico para el desarrollo provincial porque el Nuevo Central Argentino promueve el desarrollo de las economías regionales y, además, es protagonista de la recuperación del modo ferroviario de transporte de cargas de la Argentina.

En promedio se envían 40.000 toneladas de limón por año a Europa, Estados Unidos y Asia. Además, se movilizan cerca de 10.000 toneladas de cáscara de limón y 250.000 toneladas de azúcar, entre otras mercaderías. También constituye una base de operaciones para la distribución de productos por parte de grandes cadenas comerciales con asiento en la región.

“Aquí están todas las instituciones nacionales como AFIP y Senasa, para exportar directamente desde Tucumán. El tren está aquí dentro para mejorar la logística y ganar en costos. Veremos de qué manera podemos ayudar para que operaciones de estas características sigan aumentando su volumen para el bien de todos los tucumanos”, remarcó el mandatario provincial.

Warrants

Control Unión Norte, una compañía que genera entre 400 y 500 puestos laborales, posee una de las pocas grúas en existencia en la zona capas de movilizar entre 30 y 40 toneladas con contenedores en los que se cargan granos, legumbres, frutas frescas u otras producciones. Además, se adaptó a los protocolos que se requieren por la pandemia del coronavirus.

El emprendimiento cuenta con más de 100.000 metros cuadrados de depósito en todo el norte argentino, según su información institucional.

La compañía, a su vez, tiene otra unidad de negocio: Control Unión Norte de Warrants, que proporciona financiamiento tanto en la zafra citrícola como azucarera. “Por ejemplo, explica Albornoz, se pueden emitir warrants de aceite y de cáscara deshidratada de limón y también de granos, de soja, de maíz o porotos”. Además, agrega, frente a la sobreoferta azucarera, “los warrants, como garantía propia de la mercadería que se comercializa, constituyen una posibilidad de financiamiento para economías regionales con marcada estacionalidad”.

El warrant es un contrato por el cual se ofrece al comprador el derecho de compra y vender un activo subyacente, a un precio determinado y para una fecha concreta en el futuro

Según Albornoz, posee una buena aceptación en el sector financiero, al estar garantizado por la propia mercadería que se produjo.