18 Mayo 2020
ARCHIVO SALTA
El aislamiento obligatorio es difícil para todos. Más allá de la enfermedad, el hecho de no poder salir de casa, de que el hacerlo implique todo un procedimiento higiene previo y posterior, de la soledad tanto dentro como fuera del hogar y de la falta de vida social. Si eso, al común de la gente le cuesta, las personas con espectro autista, lo padecen aún más. ¿Por qué? Porque su trastorno implica la necesidad de un orden estricto en su vida, de una rutina, que los mantiene calmos y seguros. Modificar ese plan ya aprendido, de un día para otro, puede manifestar consecuencias en su salud.
Hasta que se otorgó un permiso especial, las personas con asperger por ejemplo, debieron dejar de asistir a sus terapias, de hacer sus paseos, de ver a sus ayudantes, entre otras cosas, por el aislamiento. Alfredo Elías Acevedo, un psicólogo tucumano que trabaja con pacientes con este espectro, relata como fue para sus pacientes adaptarse a esta nueva situación.
"Con las medidas adoptadas, se sumaron más problemas que soluciones a las personas en condición del espectro autista y a sus familiares, por la imposibilidad de seguir sosteniendo sus espacios de referencia, dada la complejidad de cada caso, de perder los aprendizajes logrados o la posibilidad de agravar el cuadro", considera.
El especialista resaltó el hecho de que para las personas con autismo representa un gran esfuerzo el establecimiento y sostenimiento de vínculos, las nuevas relaciones y la inclusión, en situaciones normales.
"Algunas personas con asperger se vieron beneficiadas con las normativas del confinamiento porque redujo la exposición a aquellos estímulos que en épocas normales podrían generar un desbalance en su capacidad de integración sensorial. Para ellos, este aislamiento significó la posibilidad de constitución de un nuevo espacio de organización y protección", dijo.
Consultas de cuarentena
Según Acevedo, durante el aislamiento aumentaron las preguntas puntuales de algunos pacientes, enfocadas en el temor de la pérdida de alguno de sus familiares por contagio: "esto le podría suceder a cualquier persona, pero a aquellos en condición del espectro autista, les podría traer asociada una carga de sufrimientos que podría no ser tratada, por la situación que estamos atravesando".
Otras consultas comunes en los tiempos que corren son: la aparición de ansiedad, fobias y depresión, que deben ser identificadas a tiempo para su correcta solución.
"Muchos pacientes, por temor al contagio en base a la información que consumen, se han negado rotundamente a salir de sus casas. En algunos casos de personas con asperger, sus negativas de salidas suelen verse exacerbadas por la vinculación con ciertos trastornos obsesivos compulsivos (TOC)", explicó.
Recomendaciones
- Administrar y dosificar el uso y la exposición a la tecnología. Tenga en cuenta que muchas veces las personas con CEA, no presentan iguales capacidades de asimilación e integración sensorial que las personas neurotípicas.
- Replantear los espacios domésticos, considere que a diferencia de otros momentos, la persona se verá rodeado de sus familiares con necesidades variables.
- En cuanto a la dieta y al sueño, considerar que la persona esté realizando una ingesta de alimentos nutritivos. Además se recomienda establecer un control de las horas de sueño de tipo reparador, que produzca mejoras en el estado de ánimo, en los deseos de alimentarse bien, de jugar y aprender.
- Favorecer el contacto con los demás integrantes de la familia.
- Promover la actividad lúdica que pueda beneficiar el sostén mediante el contacto con el otro.
- Se recomienda plantear junto a los docentes integradores, un rediseño en las actividades educativas vinculadas a contenidos
inclusivos, con información dosificada y no excesiva.
- Considerando siempre las medidas de bioseguridad y distanciamiento social, se recomienda en la medida de lo posible que retorne al establecimiento de contacto con los espacios terapéuticos de referencia.
- Que los familiares adopten una variante de sistemas de
protección tales como barbijos, máscaras y guantes que no dificulten a la persona ante la posibilidad de tener hipersensibilidad en el contacto con ciertos materiales o texturas.
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