Cambió por completo la fiscalización del cumplimiento de la cuarentena en la ruta provincial 307 que conecta a las localidades del llano con las de la montaña. El Gobierno provincial, la Municipalidad de Tafí del Valle, y las comunas de El Mollar y de Santa Lucía regularizaron los controles, y ordenaron los criterios de ingreso. Los conductores y pasajeros que dispongan de permisos de circulación, sean o no residentes, podrán pasar con la presentación del formulario y del DNI, pero quienes carezcan de domicilio en los Valles deberán registrar sus datos y regresar durante el mismo día: la pernoctación en principio está prohibida. El objetivo de esta autorización acotada es permitir la realización de trámites y el chequeo de las viviendas, en el caso de los veraneantes, sin saturar la capacidad sanitaria de las villas, según indicaron en los puestos de vigilancia.
Entre Acheral y Tafí del Valle hay dos sitios de chequeo permanente: uno en la zona de influencia de Santa Lucía denominada Las Mesadas y otro en el kilómetro 48 en el paraje conocido como Puente Ing. Roberto Robles Mendilaharzu. A diferencia de lo que sucedía hasta comienzos de este mes, en Las Mesadas intensificaron las medidas de prevención. Ayer no sólo verificaban la documentación y asentaban los datos, sino que también tomaban la temperatura con termómetros digitales. Además, instalaron un arco de desinfección de vehículos de uso obligatorio.
En el Puente Mendilaharzu retiraron las vallas con la bandera whipala y la carpa que había instalado la dirigente Margarita Mamaní entre el 19 de marzo y el 2 de mayo. Luego del episodio tenso del desalojo de la ruta y de la detención domiciliaria de la comunera por la comisión de al menos cuatro supuestos delitos, entre ellos la transgresión de la cuarentena, las fuerzas de seguridad estatales se pusieron al frente del retén con la colaboración de personal municipal y comunal. Gabriel Funes, oficial auxiliar de la Policía Vial, confirmó este martes que estaban permitiendo el ingreso a no residentes y veraneantes por un plazo limitado, con la advertencia de que irían a buscarlos si incumplían y habría consecuencias penales. “Estamos trabajando con tranquilidad. No hubo conflictos”, informó Funes.
Más adelante, en el kilómetro 60 de la ruta 307 donde está ubicado el puesto municipal de información turística, un equipo sanitario repartía folletos informativos sobre el nuevo coronavirus, y colocaba alcohol en las manos y los volantes.
Si bien los integrantes de las comunidades indígenas están habilitados para presenciar los controles en virtud de un convenio suscrito el domingo 3 de mayo con el ministro de Seguridad Ciudadana, Claudio Maley, y otros funcionarios, como el intendente Francisco Caliva y el legislador oficialista Jorge Yapura Astorga, no había particulares en los puntos recorridos por LA GACETA ayer. Si no en los papeles -por la existencia del convenio mencionado-, al menos desde el punto de vista práctico parecía vigente la orden de despejar la ruta de piquetes y devolver la potestad de restringir la libertad de circulación a las autoridades públicas dictada el 29 de abril por Mario Velázquez, juez de Instrucción en lo Penal de Monteros.
La posición de Mamaní
Desde su casa donde cumple un arresto hasta el viernes por la supuesta comisión de al menos cuatro delitos, Margarita Mamaní reiteró ayer que es inocente y que se estableció más de 40 días en el kilómetro 48 de la ruta 307 (Puente Ing. Roberto Robles Mendilaharzu) para proteger a su pueblo de la covid-19. “No soy una ciudadana común: me considero indígena porque formo parte de un grupo con derechos preexistentes y no indigenista porque esa palabra refiere a un movimiento muy reciente. Soy presa política indígena”, explicó. Y añadió que la protegía la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo: “nosotros, los indígenas, tenemos un cuerpo legal propio, que debe ser respetado”. Mamaní negó las denuncias del médico de la Policlínica de El Mollar, Javier Eduardo Moreno, y de la asistente odontológica María Fernández Villafañe: por separado, ambos refirieron que la dirigente, que se presenta como cacica de la Comunidad Indígena Diaguita mollarista, los intimidó mientras ejercía el control de ingreso a los Valles, según las actuaciones policiales agregadas a la investigación que dirige la fiscala Mónica García de Targa. “Nunca hicimos esas cosas, gracias a Dios. No somos indios malos, aunque llevamos cinco siglos de avasallamiento, de injurias y de calumnias. No la conozco a esa señora (Fernández Villafañe) y Moreno se ha molestado porque yo consultaba quién era el personal que podía pasar con el director del Hospital de Tafí del Valle, (Alejandro) Bonari. Estoy viendo que los medios de comunicación están tomando represalias contra mi persona”, opinó. E insistió: “lo único que digo es que yo no soy indigenista porque soy indígena y anterior a cualquier Estado, y no por eso me tienen que tomar por mala persona. Somos tan humildes como cualquiera. Nos persiguen por el solo hecho de cuidar la integridad y la salud de la comunidad. Vivimos pacíficamente y queríamos resguardar nuestro territorio de la pandemia que aqueja al mundo”.
Requisitos y detalles para tener en cuenta
- Para ingresar a los Valles hay que presentar el DNI y un permiso de circulación. Los no residentes deben retornar en el mismo día, previo registro en los controles de la ruta 307.
- El uso del barbijo es obligatorio. En Las Mesadas chequean la temperatura y desinfectan los automóviles.
- El camino estará totalmente cortado mañana entre las 10 y las 16 debido a la realización de trabajos de reparación a cargo de la Dirección Provincial de Vialidad.