Todo viaje empieza con un primer paso. Incluso uno bastante largo, como lo será el de regreso a la normalidad una vez superada la pandemia. En el caso de los deportes, ese primer paso es la elaboración de un protocolo que establezca reglas precisas para que la vuelta a la actividad se haga bajo condiciones de seguridad sanitaria. En los últimos días, representantes de diferentes disciplinas que se practican en Tucumán presentaron sus respectivos protocolos ante las autoridades provinciales, a la espera de su aprobación.
Una de esas disciplinas es el rugby. La Unión de Tucumán dio a conocer hace algunos días el protocolo elaborado por el oficial de desarrollo José Rubino a partir de los lineamientos establecidos por World Rugby, teniendo en cuenta las particularidades de la realidad local. “El documento de World Rugby era muy extenso, así que extraje lo más importante, lo combiné con algunas cosas de uno publicado por el Gobierno español y armé uno más corto, que va directo al hueso”, explica Rubino.
Dicho protocolo consta de tres partes: la primera aborda información sobre sintomatología y formas de contagio de covid-19; la segunda establece el protocolo de regreso al club (ver recuadro); y la tercera define cuatro fases graduales en la reactivación de la faz deportiva (ver segunda nota).
“Por ahora, esto es simplemente un anhelo, cuya puesta en práctica depende de que haya una definición política y de que la situación siga estando controlada. Aunque tengamos el mejor protocolo del mundo, la curva de contagio es dinámica y si la realidad cambia, volveremos a fojas cero”, advierte Marcelo Corbalán Costilla, presidente de la URT.
Volver al club
Algo importante a tener en cuenta es que el principal objetivo del protocolo no es la vuelta de la actividad deportiva, sino de la social. “La mayor urgencia que tienen los clubes es que la gente vuelva. Su subsistencia depende de que los socios paguen la cuota. Pero también hay una necesidad de la gente de volver al club, porque forma parte de su cotidianidad. Muchos lo sienten como una extensión de su casa. No se trata sólo del juego, o de los amigos; hasta el olor a césped recién cortado forma parte de la experiencia”, describe Rubino.
“Sería muy importante que, en la medida que se habilite el paseo recreativo para niños y jóvenes, los clubes puedan ser una opción para tomar esos recreos. Serán un lugar seguro, porque estarán preparados. El protocolo pretende eso”, aporta David Ruffino, oficial nacional de desarrollo.
El juego deberá esperar
La actividad estrictamente deportiva es otro tanto. Al tratarse de una disciplina de mucho contacto, la vuelta a la normalidad será más lenta que en otras. En Inglaterra, por caso, tiraron la idea de volver con una variante de contacto limitado, prescindiendo del scrum (formación muy invasiva), a fin de no perder el resto de la temporada. Idea que, lógicamente, levantó polémica por apuntar contra una de las huellas dactilares del rugby unión.
Sin embargo, los oficiales de Desarrollo coinciden en que se puede sacar algo bueno de lo malo: la oportunidad de fortalecer el rugby sin contacto como una variante introductoria, más receptiva para los infantiles y para quienes tienen su primera experiencia con la ovalada. Así como se lo hace en los eventos llamados “Probá Rugby”, a través de los que se busca acercar a los niños y jóvenes a la disciplina, primero con un rugby sin contacto y luego con uno de contacto limitado (”X Rugby”).
“Queremos aprovechar esta oportunidad para hacer un rugby que sea más atractivo, no sólo para quienes lo juegan sino también para quienes lo ven -advierte Rubino-. De todas maneras, por ahora la prioridad es que la gente vuelva a los clubes. Habrá que pelearla desde abajo, pero ahí tendremos que demostrar de qué estamos hechos como deporte”.
Cuatro fases para volver a disfrutar del juego pleno
La Unión Argentina de Rugby se encuentra en la tarea de elaboración de su propio protocolo, que será dado a conocer en los próximos días, reveló David Ruffino. “Las fases están programadas, pero estamos a la espera de las instrucciones gubernamentales. Por lo pronto, varias Uniones provinciales han ido avanzando por su cuenta, ya que las realidades son distintas. Hay provincias en las que la situación es mejor que en otras”, advierte el oficial UAR.
Por lo pronto, el protocolo de rugby en Tucumán prevé cuatro fases:
1) Aprestamiento en casa: es en la que tanto el rugby como las demás disciplinas se encuentran actualmente. Consta de entrenamientos en casa y vínculo con el club a distancia.
2) Vuelta al club: activación de protocolo de regreso, con medidas de seguridad, actividades sin contacto: pases, carreras, patadas, y práctica en espacios restringidos.
3) Rugby de contacto mínimo: implementación de competencia de “Probá Rugby”, con participación reducida, y permitiendo el trabajo en gimnasio.
4) Rugby pleno: se organiza la vuelta a la competencia, regulando la afluencia de público y reglamentando la organización del tercer tiempo, teniendo en cuenta disposiciones del sistema de salud nacional y provincial.