Por Claudia Nicolini
12 Mayo 2020
El sol de este otoño tucumano que tardó en llegar, ahora ilumina la nueva fase de la cuarentena. Esa en la que, con mucho cuidado, se podrá empezar a transitar el camino hacia la nueva normalidad, pero en la que respetar la consigna “quedate en casa” sigue siendo muy importante: salir sólo para lo indispensable.
En este, pues, extraño otoño 2020, nuestros citrus ya estallaron, y nos permiten mantener, en jardines, balcones o junto a las ventanas, un maravilloso ritual tucumano: comer mandarinas al sol.
Claro que también podemos (literalmente) sacarles el jugo y aprovecharlos en platos y postres que harán más alegres lo que nos queda del aislamiento. Y también nos permitirán, el otoño que viene, repetir estas recetas mientras recordaos lo que vivimos este, para aprender de ello. Porque la memoria es una maestra indispensable
Manos a la obra
Limones, naranjas, pomelos y mandarinas nos permiten desde el cóctel hasta el postre, y luego reencontrarlos en la merienda.
Para “inspirarte” mientras estás preparando la comida, un Campari con jugo de naranja y hielo, o un trago preparado con dos medidas de vodka mezcladas (con batidor, no en coctelera) con la misma cantidad de pomelo exprimido y media cucharada de. En los vasos de ponen cubitos de hielo y una ramita de romero, y el trago se sirve sobre ellos.
En la cocina
Para las comidas, te proponemos una carne al limón y pollo a la naranja. Con el té o el café de la tarde (además del típico dulce de naranjas agrias), un budín de mandarinas viene de perlas.
Y la espuma de limón puede ser el gran postre de la cena. Ofrece una posibilidad extra: si ponés en una tortera con aro desmontable una base de galletitas de chocolate procesadas con un poco de manteca, esa mousse te sirve de relleno de una tarta fresca y suave, que no necesita horno.
Carne al limón
Dorar un par de cebollas picadas en una mezcla de aceite y manteca y sellar luego con ellas la pieza de carne salpimentada por todas las caras. Agregar caldo como para que cubra la mitad de la pieza y cocinar. Cuando la carne esté lista, reducir el líquido a la mitad y añadir tres huevos batidos, el jugo de dos limones y una taza colmada de queso rallado. Seguir cocinando hasta que la salsa cuaje bien. Se sirve cortada en rodajas, acompañadas con papas hervidas o con arroz, y espolvoreadas con perejil picado.
Pollo a la naranja
Saltear en aceite de oliva bien caliente dos supremas cortadas en tiritas, hasta que se doren bien. Salpimentar. Agregar un vaso grande de jugo de naranja recién exprimido, tres cucharas de miel y una de mostaza, y cocinar a fuego bajo hasta que se reduzca un poco el líquido. Justo antes de apagar el fuego, añadir un pote de crema de leche (200g) y mezclar hasta que se integre bien al resto de la salsa. Se puede servir acompañado por arroz, cubitos de papa fritos o batatas al horno.
Budín de mandarinas
Exprimir una mandarina grande y sacarle a otra las semillas. Colocar ambas en la licuadora y agregar un huevo, 100 ml de aceite neutro y 200 g de azúcar. Licuar hasta lograr una mezcla homogénea. Añadir de a poco 250 g de harina leudante. Cuando esté todo integrado, probar. De considerarlo necesario, se puede agregar jugo de mandarina. Poner la mezcla en molde enmantecado y enharinado, y llevar al horno precalentado a 160º, unos 45 minutos. Para glasear cuando se enfríe, mezclar 200 g de azúcar impalpable con 50 ml de jugo de mandarina
Mousse de limón
Batir bien 4 yemas con 1/2 taza de azúcar; agregar 1/2 taza de jugo de limón recién exprimido y llevar al fuego. Disolver 1 sobre de gelatina sin sabor en 1/4 de taza de agua caliente y agregar a la mezcla; añadir luego 1 cucharada de cáscara rallada de limón. Dejar espesar y sacar del fuego.
Una vez fría la preparación, agregar media taza de crema de leche batida y luego, con movimientos envolventes, las cuatro claras a punto de nieve. Llevar a la heladera unas horas, cubierta con papel para que no absorba olores.
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