Protagonistas, ante la pandemia: Tomás Herrera pudo conocerse más a sí mismo

Protagonistas, ante la pandemia: Tomás Herrera pudo conocerse más a sí mismo

El deportista, nacido en Tucumán y radicado en Mendoza, lamenta que no habrá remo hasta 2021.

COMO EN EL AGUA. En el ergómetro, Herrera logra un entrenamiento completo.  COMO EN EL AGUA. En el ergómetro, Herrera logra un entrenamiento completo.
11 Mayo 2020

En la previa al primer día de la cuarta fase del aislamiento social preventivo obligatorio (tal lo denominaron las autoridades), Tomás Herrera se mostró seguro. “La verdad, no me cambió en nada”, reconoció. Al joven -hoy de 20 años-, el destino laboral de su papá lo llevó cuando tenía dos a tierras mendocinas. Allí, se convirtió en el remero tucumano, que salió de El Manantial y se instaló en Luján de Cuyo. “Más que cambiarme, todo esto me ayudó a darme cuenta cómo soy. Lo ordenado, lo que necesito salir realmente y eso es bueno porque te das cuenta quién sos. Mantengo mis hábitos, pero me observé más a mí mismo”, reconoció el medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Con ese sentimiento de valorar mucho más todo lo que hace es que el integrante de la selección nacional volverá al mundo con ganas de llevárselo por delante. Herrera, sin embargo, quizás deba contener un poco ese deseo. En el remo, lo único cierto en medio de la incertidumbre que generó mundialmente la covid-19, es que sólo se puede pensar en entrenarse. “Internacionalmente, se canceló todo y eso es muy malo para mí porque estaba muy motivado para estar en el Mundial. No se habla mucho de volver, sino del presente, por eso habrá que esperar y entrenarse a largo plazo”, detalló.

Por lo pronto el remero está tranquilo con el ergómetro que le permite simular que rema, no en el agua, pero sí mirando por la ventana de su cuarto o bien acompañado por Lara, su perra, que lo “custodia” echada en el cemento del patio. Es cierto que entrenarse en casa es más aburrido y tedioso, más cuando Herrera compitió y se entrenó en zonas naturales imponentes. El tucumano formó parte de la pretemporada que la selección juvenil hizo en Tafí del Valle hace dos veranos atrás, así que sabe a la perfección qué diferencias hay. “El poder ver la montaña cuando te estás entrenando es buenísimo. Siempre lo re valoré, pero el no tenerlo, realmente me duele. No es que no quiero entrenarme en mi casa, sino que es mejor en el club”, diferenció el atleta.

TIEMPO. Herrera (remera negra) goza estando más días de lo habitual en casa.  TIEMPO. Herrera (remera negra) goza estando más días de lo habitual en casa.

Si se trata de marcar diferencias, entre Tucumán y Mendoza las hay en cuanto al modo de convivir con la pandemia. “La gente acató ciento por ciento las reglas. Nadie sale y no hay nadie en la calle. Es una provincia muy ordenada, muy tranquila. Yo viajé mucho y estoy seguro que es uno de los mejores lugares del mundo”, reveló el remero, que conoce lo que pasa en Tucumán por los contactos que tienen con los familiares que se quedaron en la provincia.

Si bien Herrera reconoce que no cambió mucho sus hábitos pese al aislamiento, sí le abrió un espacio más. “Volví a estudiar. Conseguí una beca en la Universidad Maza junto a la Secretaría de Deportes de Mendoza”, contó el remero, que también se entrena para ser un futuro profesor de educación física. 

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