En cuarentena, la clase media trata de no acumular deudas

En cuarentena, la clase media trata de no acumular deudas

Un sondeo revela que siete de cada 10 consultados dice que cumplió el aislamiento social.

TASAS ALTAS. A causa de la inflación, subió el uso de las tarjeta de débito. la gaceta / foto de hector peralta (archivo) TASAS ALTAS. A causa de la inflación, subió el uso de las tarjeta de débito. la gaceta / foto de hector peralta (archivo)

Durante la cuarentena, la clase media tucumana, en general, no sólo se ha mantenido aislada, sino también que ha sostenido su nivel de consumo, pese a que siete de cada 10 consultados en un sondeo realizado por Sociología y Mercado, han contestado que los precios se han incrementado mucho en los últimos 40 días. 

Pero, además, el estudio refleja otras conductas de las familias tucumanas: la voluntad de pago de los servicios por parte de la mayoría de esta franja social (seis de cada 10 casos) y una mayor tendencia a realizar las compras en negocios de cercanía, más allá de la diferencia de precios respecto de las grandes cadenas de supermercados.

Las tarjetas de crédito y débito son la opción más escogida como medio de pago (50%), de acuerdo con el análisis del grupo consultor. El pago en efectivo ocupa un 45%. “Se observa que a menor edad se da con mayor frecuencia el uso del efectivo, a medida que el grupo etareo es mayor, se va incrementando la modalidad de pago electrónico”, sostiene el reporte al que accedió LA GACETA.

Respecto de la cantidad de alimentos y bebidas que se consumen en los hogares, el 80% advierte que es igual (40%) o incluso se incrementó (39%). 

¿Por qué la conducta de incremento? La socióloga Roxana Laks explica que puede darse por el hecho de que gran parte de la población está en cuarentena y realiza su tarea desde casa (home office). 

“Puede haber una tendencia a un mayor consumo a toda hora del día, cosa que no se da generalmente cuando uno concurre a la oficina. Esto puede redundar en algunos kilos demás”, indica. 

Pero también subyace otra cuestión: las compras por pánico, ante la creencia de que lo que vendrá será peor en el país. El estudio indica también que el 20% ha disminuido las cantidades en comparación a los momentos previos a la cuarentena. En cuanto a la calidad, el 30% ha resignado sus elecciones.

Una cuestión que sobresale del diagnóstico, efectuado según un sondeo online entre una población mayoritariamente universitaria o con ese nivel no concluido entre los consultados, es el pago de los servicios. Julio Chit, contador y director en Sociología y Mercado, explica que hay una tendencia para que ese 58,6% de los sondeados haya contestado que paga las boletas: no seguir acumulando deudas hogareñas. 

La conducta general, a su vez, siempre ha sido a “sacrificar” aquellas que no revisten sanciones inmediatas. En ese contexto se inscribe el hecho de que el 18% de los sondeados haya contestado que dejó de pagar impuestos provinciales y municipales y que ha resentido las recaudaciones. 

No obstante, hay otro hecho que impactó con fuerza: el anuncio, días antes de la obligatoriedad del aislamiento social, de una moratoria que aún no puede activarse.

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