Qué cambió en el penal de Villa Urquiza por el coronavirus

Qué cambió en el penal de Villa Urquiza por el coronavirus

Sin visita de familiares y con celulares a disposición, internos se amoldan a los tiempos de la covid-19.

CASI UN SIGLO. La penitenciaría de Villa Urquiza se edificó en 1927, en medio de cañaverales y pajonales. CASI UN SIGLO. La penitenciaría de Villa Urquiza se edificó en 1927, en medio de cañaverales y pajonales.
06 Mayo 2020

La vida normal del Servicio Penitenciario se ha visto modificada debido a la pandemia por la covid-19 que traviesa el mundo y de la que Tucumán no está exenta. En Viila Urquiza se han adoptado medidas preventivas muy rigurosas con respecto al manejo de las personas en situación de encierro y del personal.

El director del organismo, Juan Esteban Saracho, especificó que, dentro de las normas que se han modificado por tiempo indeterminado,  se encuentra la suspensión de las visitas de allegados de los reos. En este sentido, detalló que “por ello se ha establecido un sistema de control de triple bolsa para recibir mercaderías o algún otro efecto que los familiares quieran hacer llegar a los internos”. 

Esta actividad se realiza en la Biblioteca General Urquiza, ubicada tres cuadras del penal para mantener lo más alejado posible “a personas que no son diariamente sometidas a la actividad preventiva sanitaria”, dijo.

El servicio penitenciario de Tucumán tiene un registro muy exigente con respecto a los celulares que ingresan para el uso de los presos, aseveró el director, y comentó que “deben ser celulares comprados legalmente, con una persona responsable del abono. Se registra número de IMEI, de chip, de línea y todo lo que ayude al seguimiento del aparato”. En tanto que los internos pueden hacer uso del mismo entre las 8 y las 18 en un lugar específico, luego, el jefe de cada unidad debe guardarlos.

En cuanto a las solicitudes que realizó una buena parte de la comunidad carcelaria por temor al contagio de coronavirus, Saracho comentó que la justicia solo otorgó 51 prisiones domiciliarias a quienes cumplían con los requisitos por una cuestión de edad o enfermedad crónica y a los que se le colocó pulseras electrónicas, y, en algunos casos se les asignó custodia policial o del servicio penitenciario. “Más allá de haber contemplado el rango etario y de grupo de riesgos, la Justicia de Ejecución Penal tuvo muy en cuenta sus antecedentes dentro del penal, su conducta y la apreciación del Consejo de Disciplina que tiene el servicio”, especificó  el director.

Por último, Saracaho comentó que los 353 aspirantes que hicieron el curso y están en condiciones de ingresar,deberán aguardar, puesto que la pandemia extendió los plazos previstos.” Seguramente cuando el Poder Ejecutivo lo apruebe podremos incorporarlos. Esto no solo afecta a los aspirantes, sino también a la planta profesional que son útiles y necesarias para el servicio”, aseguró.

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