Sin turistas ni veraneantes, Tafí del Valle se exhibe lánguido, desconocido. El aislamiento social sumergió en la desesperación a cientos de comerciantes y artesanos despojados de su principal recurso de vida: el turismo.
Para tratar de sobrevivir a la crisis, algunos locales ampliaron o reconvirtieron sus negocios. La odontóloga Silvana Morales dice que no deben dejar morir a la avenida Perón, arteria principal del municipio. Al no poder ejercer su profesión por -según dijo- los elevados costos de los elementos de bioseguridad, ahora ayuda a su padre Carlos a atender la verdulería que instaló frente al local de artesanías que tiene por la Perón. “No podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Lo que ganamos ahora es apenas para poder alimentarnos, pero peor hubiera sido seguir sin hacer nada, esperando que nos lleguen las soluciones”, expuso.
‘La Picada’, dedicada a la venta de fiambres y regionales, amplió su rubro con productos de limpieza, que distribuyen en la zona. Nelson Cáceres, fotógrafo del lugar, contó que la reconversión en la villa involucra a la mayoría de los negocios. “Los que se dedicaban al transporte recreativo llevan encomiendas a la capital, restaurantes hacen entregas por delivery; parece que la actividad turística recién se activará el próximo verano”, precisó.
La secretaria de Gobierno de la municipalidad, Beatriz Centeno, dijo que la crisis en los comercios impacto severamente en la recaudación tributaria, y que las demandas de asistencia social crecieron ya que más de 200 personas quedaron sin trabajo. “Estamos haciendo todo lo posible para ayudarlos”, aseguró.