- ¿Te quedan cigarrillos?
- No, amigo, te debo.
Esa pregunta y esa respuesta se repite en cada kiosco de Tucumán. En las últimas horas, muchos fumadores de tabaco recorren distintos lugares de venta de la provincia para poder conseguir el producto, pero el desabastecimiento se siente. Y mucho.
Esto se debe al cierre de las fábricas que lo producen por el aislamiento social preventivo y obligatorio. La industria tabacalera había anunciado en los primeros días de abril que había distribuido el stock que tenían almacenado y que era inminente que las distribuidoras se queden sin mercadería la primera semana de mayo.
"Frente al grave flagelo de la covid-19 y las restricciones para evitar los contagios, las fábricas están cerradas y la producción paralizada", explicó el secretario general de la Federación de Trabajadores del Tabaco (FTTRA), Juan Martini, para agregar que a más de 40 días de iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, dispuesto el 20 de marzo pasado, "se impone hallar la forma de reiniciar las tareas, por supuesto, sin romper las restricciones impuestas por las autoridades nacionales".
El dirigente gremial propuso, por ejemplo, alternativas de acuerdo con autoridades y empresarios para trabajar en turnos y distanciamiento social.
Martini también señaló su "preocupación" porque al no funcionar las líneas de producción "es ya evidente la ausencia de cigarrillos en los kioscos de distribución y es del mismo modo inocultable el crecimiento de los cigarrillos truchos".
"Si las fábricas no producen es imposible abastecer el mercado. Ya es evidente esa realidad por la ausencia de stock de las empresas, lo que pone en riesgo las fuentes laborales. En los últimos meses hubo casi mil cesantías", enfatizó.
Para el dirigente sindical, esa situación genera "pérdidas económicas millonarias" para el Estado por "la no recaudación de impuestos al tabaco, ya que el 80 por ciento del valor de cada paquete del producto es impuesto", puntualizó.
Las dos grandes empresas industriales en el país son Massalin Particulares y British American Tobacco, que emplean a casi un millar de trabajadores y fabrican más de 1.500 millones de atados por año.
"Al no haber cigarrillos, la gente concurre menos a los quioscos. Eso hace que las ventas en general caigan. Es duro, casi un golpe de gracia para muchos negocios", había lamentado Marcelo Carmena, referente del sector.
En ese sentido, indicó que a los comerciantes del rubro sólo les queda el "saldo virtual" de los celulares como "llamador". "No hay movimiento de gente, entonces tampoco hay carga de tarjeta Ciudadana ni de la Metropolitana. Es todo una complicación desde el aspecto económico", planteó Carmena.
¿Un atado a $400?
Muchos son las personas que denunciaron en las redes los abusos en el precio de los cigarrillos por su escasez. El atado de 20 cigarrillos cotiza a $400 en algunos kioscos de Tucumán y, principalmente, en avisos online. El exagerado -e ilegal- precio se da por el faltante de este producto.