Sergio Clúa: la importancia de tener un sonido propio

Sergio Clúa: la importancia de tener un sonido propio

Desde hace más de cuatro décadas el músico y periodista es un constante animador del jazz en Tucumán. Su paso por la banda de Coco Aguirre, que dejó una huella en nuestro medio, a comienzos de los 70.

EL MÚSICO Y SU INSTRUMENTO. Sergio Clúa pasó del violín al saxo. EL MÚSICO Y SU INSTRUMENTO. Sergio Clúa pasó del violín al saxo.

Ese ronroneo aterciopelado casi siempre despabila sus sueños. Cuando un Gato saca a pasear su “Último tango en París”, las bocanadas de emoción quizás anegan sus sentidos. A veces el clarinete quiere perturbar con sus sones este romance de vieja data, pero a la larga el saxofón impone su bien ganado favoritismo. “Siempre hubo música en mi casa. Mi madre era profesora de piano y mi padre violinista, aunque su profesión era contador y trabajaba en la DGI (hoy AFIP). Ellos hacían dúos en los que interpretaban música clásica, tangos, boleros y algunos temas españoles”, evoca Sergio Clúa (1951), músico, periodista, que desde hace más de cuatro décadas es un constante animador del jazz en Tucumán. Comenzó estudiando violín y luego clarinete en el Conservatorio Provincial de Música, hasta desembocar en el más tenor de los saxos.

- ¿Qué te atraía del violín, tu primer instrumento? ¿Por qué lo “traicionaste” luego por el clarinete?

- No lo traicioné. Hoy estoy arreglando el arco de un violín y tratando de ponerlo en condiciones. Siempre me gustaron más los instrumentos de viento. Zeno Gualandi, que era mi profesor de violín, también era saxofonista e integraba la jazz Los Americanos que se presentaba en la Confitería del Casino. Despreciaba al saxo y no quiso enseñarme. Yo lo aprendí solo, pero después cuando él tenía que trabajar en la Orquesta Sinfónica me pedía que fuera con el saxo a hacerle un reemplazo en los Americanos. Para mí era un placer compartir atril con Pascual Tallarita, saxo alto de sonido impecable. Influyeron en mi formación Tito Lanati y Nelly Billone de Valladares (solfeo), Guido Torres (historia de la música), Edmundo Walter Gallo (clarinete), Jean Constantinescu (armonía) y Zeno Gualandi (violín).

- ¿El jazz fue un amor a primera vista? ¿El hecho de escucharlo en Tucumán a Duke Ellington fue determinante?

- Mi primer encuentro con el jazz fue en la radio AM de aquellos años, en un programa de La Voz de las Américas, que se transmitía grabado. Comenzó a emitirse luego en la misma emisora Síncopa y Ritmo (Héctor Nicolás Ré) y Jazz Club conducido por José Giménez (Radio Nacional Tucumán). Por supuesto que influyó la presentación de la big band de Duke Ellington, integrada por músicos virtuosos. Fue inolvidable. El Club Estudiantes estaba a pleno de público. En mayo de 2019, oportunidad en que visitaba Nueva York volví a escuchar a la orquesta Duke Ellington en el Central Park. Se inauguraba una estatua de Duke y la banda era parte de ese acto al que me invitó Lilia Chelala, una tucumana neoyorquina, quien me presentó a Mercedes Ellington, nieta del famoso compositor y organizadora del Memorial.

- ¿Cuándo entró el saxo en tu vida?

- Con Víctor Caponetto decidimos comprarnos saxofones para hacer música popular. Él se decidió por el saxo alto y yo conseguí un tenor. Armamos una banda Abraxas para tocar en el Club Las Lomitas durante el carnaval, agrupación que también integraba el trompetista Roberto Aybar (muy buen músico de jazz), Carlos y Pancho Trejo y cantaba Pio Montes. De esos años destaco al grupo Los Jockers, que sonaba muy bien.

- Integraste la ya mítica banda Jazz Ensemble, de Oscar Aguirre, ¿qué rescatás de esa experiencia?

- En esa banda aprendí a tocar jazz. Coco Aguirre escribía los arreglos y era realmente un maestro. Llegamos a actuar en el Hotel Sheraton de Buenos Aires con éxito.

- ¿Qué experiencias importantes te dejaron la locución y el periodismo? Aunque nunca abandonaste tus audiciones de jazz…

- Me gusta hacer radio cultural. A eso debe apuntar el Estado. Nunca me interesó leer publicidad. Con Norman Powell hacíamos el noticiero de las 22, en LV7, y teníamos la publicidad grabada por Juan Carlos Rivas. Durante 40 años hice programas de jazz en radio: Nacional, LV7 y Universidad. Hoy no estoy en la radio, pero si en la TV por cable, en CCC hago el ciclo “Todo Jazz”, que ya cumplió tres años.

- Integraste varios grupos de jazz que dejaron un buen recuerdo en los tucumanos como la Latina, la Swing Jazz Band y la Stars Big Band, pero también armaste grupos para interpretar tango y folclore, ¿eso refleja tu interés de no encasillarte en un solo género?

- Con el Cuarteto de Clarinetes Tucumán interpretamos clásica, música de Nino Rota; con el cuarteto de saxos “Arpegio” incluimos tango: Soldán, Piazzolla, Rovira, Troilo etc. Luego con “Contravientos” sumamos bossa nova, tango: Canaro en París; Tinta roja, de Piana/Castillo; “El Solar de Bebo”, de Bebo Valdés, “Chacarera libre”, de Trejo/Cruz, “Entre a mi pago sin golpear”, de Carabajal, “Zamba azul”, de Tito Francia, “Volvere como el viento”, de Oscar Aguirre, “Gato para el Nene”, del Pato Gentilini. Hay temas como “La chacarera del 55”, de los Hermanos Núñez, ¡que tiene un swing tremendo!

- ¿Cómo ves la proliferación de grupos de jazz y de festivales locales en los últimos años? ¿A qué creés que se debe este revival?

- Me parece excelente que los músicos locales se expresen. Cada uno con lo suyo. Se debe a la libertad con la que vivimos hoy.

- ¿Se puede hablar de un jazz argentino o de argentinos que hacen jazz?

- De argentinos que hacen jazz. Cada uno con su estilo.

- ¿Qué saxofonistas admirás?

- Sidney Bechet, compositor estadounidense que emigró a Francia y desarrolló el jazz en Europa, y el Gato Barbieri porque fue un fuera de serie.

- ¿Qué fibras íntimas te toca el saxo, tanto cuando lo escuchás, como cuando lo interpretás?

- Es imprescindible tener un sonido propio; que se pueda reconocer de inmediato. Eso es clave. Hay que ser autocrítico y escucharse detenidamente. Ser consciente de que la mejor herramienta para mantenerse es trabajar con la máxima exigencia. Si te relajas el público se dará cuenta. El jazz es música popular: es Louis Armstrong, Benny Goodman, Thelonius Monk, Charlie Parker, Cassandra Wilson... Unos músicos te agradarán más que otros, precisamente por eso no puedes ir a un concierto y saber ya lo que es el jazz.

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