Por Julio Marengo
03 Mayo 2020
UNA BEBIDA SOCIAL. Así define la cerveza el vicepresidente de Quilmes, Gonzalo Fagioli, quien dice que las ventas cayeron porque la gente no se reúne.
“Parece que están tomando más, pero las ventas dicen lo contrario. Si ves las redes sociales, es como que la gente sí está tomando más cerveza, pero la realidad es que no”, dice el dueño de un drugstore del centro tucumano que, por el aislamiento social, se ha visto obligado a ofrecer delivery para no morir en el camino.
La percepción del vendedor coincide con un número duro: desde que comenzó la cuarentena, el consumo de cerveza cayó un 25% en marzo y un 37% en abril, según los datos aportados por Gonzalo Fagioli, vicepresidente de Quilmes en Argentina.
Un análisis rápido podría indicar que la estrepitosa caída se debe al cierre de bares y restaurantes, pero no es lo que explica la merma en el consumo: apenas el 15% o el 20% de las ventas de cerveza se hace en esos negocios. El resto, un 80%, proviene de almacenes de cercanía y pequeños autoservicios; y en menor medida, en supermercados.
“Es muy difícil prever cómo será el comportamiento de la gente en este contexto -explica Fagioli- pero creemos que la caída del consumo se trata, por un lado, de una cuestión de prioridades: se priorizan las cosas de primera necesidad antes que las bebidas. Pero, por el otro, tiene que ver con el hecho de que la cerveza es una bebida principalmente social, de las reuniones, de varias personas reunidas, y nada de eso está pasando”.
Una tendencia que sí se profundizó con la crisis de la pandemia es el delivery. “Las plataformas de venta online de cerveza venían creciendo de a poco, pero con la cuarentena se marcó la tendencia de comprar por internet. Eso es algo que creemos que se va a conservar y potenciar cuando pase todo esto”, destacó Fagioli.
Experiencia gourmet
Sin bares ni boliches, entonces, el consumo de cerveza se ha trasladado 100% a las casas. Y en esa mudanza se han perdido miles de litros de consumo.
Mientras las cervecerías industriales trabajan en la salida de la crisis y en ayudar a los bares y restaurantes amigos (ver aparte), también invitan a experimentar nuevas formas de consumo dentro de la casa. Pensar en la cerveza no sólo como esa bebida de los festejos y de la diversión, sino también para acompañar una noche “gourmet”.
“Creo que la cuarentena nos ha dado a todos ganas de cocinar, de hacer platos elaborados, o simplemente una buena pizza casera que no hacemos tan seguido en épocas normales. La cerveza puede acompañar muy bien ese cambio”, destaca Carolina Ortega, maestra cervecera de Quilmes, en la planta de Acheral.
“Esta es una muy buena oportunidad para explorar los sabores que se pueden resaltar con la cerveza, con animarse a combinarla con algo dulce por ejemplo. También se puede profundizar un poco en el uso de los vasos adecuados para cada estilo y lograr la experiencia de consumo que nosotros esperamos: la temperatura justa, el vaso o la copa ideal, la cantidad de espuma adecuada. Estar en casa y con tiempo es una buena oportunidad para hacerlo”, asegura Ortega, la directora de orquesta en la fabricación de varias marcas de cerveza en Tucumán.
Propuesta
“Ayudá a un restaurante”: una iniciativa solidaria
Los bares y restaurantes estuvieron entre los primeros en cerrar y serán los últimos en abrir. La situación para esos emprendimientos es crítica. Por eso, las cervecerías Quilmes y Stella Artois lanzaron la acción “Ayudá a un restaurante”, para darle una mano a tu bar o restaurante favorito. Las personas interesadas en colaborar con su restaurante amigo pueden ingresar a la web ayudaunrestaurante.com.ar y comprar un voucher por $ 100, $ 300 o $ 500. Es una compra a futuro y las cervecerías duplicarán el valor del voucher para canjearlo cuando vuelvan a abrir.
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