El clima de tensión persiste en los valles, donde un nutrido grupo de personas se resiste a permitir el paso de vehículos por temor a la propagación del coronavirus covid-19.
Unas 200 personas trasladaron el corte de la ruta 307 a la zona de la estación de servicio que está en el acceso a El Mollar. Según constató LA GACETA, hay preocupación entre los residentes del lugar, debido a que unos 300 efectivos de la Policía de la Provincia aguardan las instrucciones de la Justicia tucumana para actuar. Voceros indicaron que, en principio, se buscaría negociar con los hombres y mujeres que se afincaron sobre la carretera para que desistan de su postura.
Esta mañana, cerca de las 6, se llevó adelante un operativo que terminó por dispersar la interrupción al paso en el puente Robles Mendilaharzu, donde estaba dispuesto el corte inicial, que había comandado Margarita Mamaní. Efectivos policiales removieron el montículo de tierra que impedía el paso en el kilómetro 47 y desarmaron las carpas instaladas. Además, detuvieron a dos hombres que llevaban un puñal, un látigo y una honda, y les iniciaron una causa por presunta tentativa de homicidio.
Hubo quienes trataron de aprovechar que se había levantado el reclamo para llegar a los valles. Pero la Policía instaló controles vehiculares tanto de bajada como de subida, en Las Mesadas y en el puente Robles Mendilaharzu, lo que generó filas de más de un kilómetro de automóviles y de otros vehículos.
En estos momentos, Mamaní se encuentra con detención domiciliaria ordenada por el juez de Monteros, Mario Velázquez. La custodian cinco uniformados, ubicados fuera de su vivienda. Pero sus vecinos continúan llevando adelante medidas para evitar el ingreso de personas a los valles. Esta vez, se apostaron en las afueras de El Mollar.