La pandemia de coronavirus afectó la producción de cigarrillos. Y así como los tabacaleros tucumanos acumulan dos millones de kilos de cosecha y las fábricas del rubro permanecen paralizadas, en los quioscos tucumanos comienza a acabarse la mercadería. "En un par de días no habrá más cigarrillos en Tucumán. El stock en la calle es cero y quizás quede un pequeño remanente en algún local. Pero hoy no estamos recibiendo ni un paquete", afirmó a LA GACETA un referente del sector, Marcelo Carmena.
El empresario indicó que esta escasez implica "un golpe de gracia" para el sector. Sucede que, si bien hay otro tipo de mercadería que no está ingresando a la provincia, se la puede reemplazar por otra similar. "Si falta un tipo de chocolate o de caramelo, se coloca otra marca. En este caso no se puede. Me preocupa el tema económico, pero también la gente, que lamentablemente va a entrar en un estado de nerviosismo, sobre todo en este contexto de cuarentena. Habrá que prestarle atención a ese tema", señaló Carmena.
Advirtió que los paquetes de tabaco, otra alternativa para los usuarios, quizás duren "un par de días más". "Pero para el lunes o martes ya no habrá ningún tipo de producto. En esta clase de situación la gente trata de acumular, como sucedió con otro tipo de mercadería (durante la pandemia). Y, lamentablemente, se trata de un 'vicio'. Lo que hicimos estos días ve vender hasta dos unidades por persona. Hace semanas que se había empezado a notar la escasez, pero ya no habrá más", señaló Carmena.
Para los quiosqueros, añadió, el impacto será grave. "Al no haber cigarrillos, la gente concurre menos a los quioscos. Eso hace que las ventas en general caigan. Va a ser duro, casi un golpe de gracia para muchos negocios", lamentó. En ese sentido, indicó que a los comerciantes del rubro sólo les queda el "saldo virtual" de los celulares como "llamador". "No hay movimiento de gente, entonces tampoco hay carga de tarjeta Ciudadana ni de la Metropolitana. Es todo una complicación desde el aspecto económico", planteó Carmena.
El empresario reconoció que no ve una forma rápida de solución para el tema. "No es un producto bueno para la salud, está claro. Pero si esta fuese la forma para que se acabe el consumo, se hubiera prohibido la producción (hace tiempo). Supongo que no es la manera adecuada para que la gente deje de fumar", indicó.
Las principales fábricas de cigarrillos del país permanecen cerradas desde hace más de 40 días, cuando comenzó a regir el aislamiento obligatorio en el país por el coronavirus, ya que la producción de esta mercadería no se considera esencial. La situación afecta también a casi 1.500 tabacaleros tucumanos, al punto de que están tomando créditos para poder sostenerse.