Por Bruno Farano
26 Abril 2020
En La Ciudadela reina la mesura. Contrastando con la efervescencia de los hinchas, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores prefieren el perfil bajo. Saben que, en este momento, el cielo y el infierno parecen estar separados por una línea demasiada fina. Ascenso o golpe de nocaut, esa parece ser la cuestión.
Si bien nadie dice nada sobre lo que puede llegar pasar, la idea general es esperar a que los hechos se concreten para, recién, opinar, tomar decisiones o estudiar los pasos a seguir. Lo concreto es que cada una de las opciones que se manejan engloban todo un mundo.
Si bien allegados a los dirigentes que caminan con frecuencia los pasillos de AFA aseguran que la semana que viene habría una definición sobre la posible finalización de la temporada, nadie puede confirmarlo. Mucho menos después de los incontables cambios que se produjeron en el último mes. Entonces, ¿cuáles serían los escenarios posibles para el “Santo”?
La primera opción, la que esperan todos en Bolívar y Pellegrini, la dejó en claro Nicolás Russo. El presidente de Lanús sostuvo: “se está pensando en dar por terminada la temporada”. A partir de allí, los rumores de que no habría descensos en Primera y que desde la Primera Nacional subirían los mejores al momento en el que se detuvo la pelota (San Martín y Atlanta) alimentaron la ilusión en La Ciudadela.
En caso de que eso se concrete en la reunión virtual que mantendrá el martes el Comité Ejecutivo, el “Santo” lograría el objetivo que se trazó al inicio de la temporada. De esta manera, si bien es un año electoral, la actual CD tendría la oportunidad histórica de una segunda temporada en la elite de nuestro fútbol.
Sería la primera ocasión en la que una misma dirigencia tenga el timón del club en dos temporadas en la máxima categoría. Una gran oportunidad para aprender de los errores y un desafío gigante de mantener, de una vez por todas, al club en el fútbol grande. Si bien la pandemia hizo temblar la estantería en lo económico, San Martín llegaría en buenas condiciones a Primera. Es una institución ordenada y el ingreso por TV que recibe en la categoría ayudaría a solucionar cualquier tipo de desfasaje financiero.
En cuanto a lo deportivo, Favio Orsi y Sergio Gómez lograron consolidar un equipo que hizo pata ancha en el torneo y que tiene uno de los mejores promedios de efectividad en la historia de la categoría. Está claro que, llegado el caso, la CD deberá ponerse a analizar qué jugadores podrían ser útiles en la estructura para Primera y cómo debería armarse el plantel para no sufrir lo de la temporada 2018/19 de la Superliga. Sin embargo, desde lejos da la sensación de que esta vez San Martín llegaría mejor parado que todas sus anteriores incursiones en Primera.
Pero esto es el fútbol argentino y todo puede cambiar. Lo que se escribió con la mano puede borrarse con el codo, y eso quedó demostrado en la enorme cantidad de mutaciones que hubo en la materia desde que el fútbol se detuvo.
Algunos dirigentes con peso en AFA pretenden que los ascensos desde la Primera Nacional se definan en la cancha. No explican cuándo, ni de qué manera, algo que genera mayor confusión.
Buena parte de los contratos del plantel “santo” finalizan el 30 de junio. Por lo que si la definición del torneo se disputase más allá de esa fecha y no se renovaran de manera automática los acuerdos (es uno de los puntos por los que los clubes grandes no quieren seguir jugando esta temporada), los equipos deberían armar planteles nuevos para disputar esa dichosa definición. Un verdadero disparate porque el dinero y el esfuerzo invertido en los últimos 10 meses irían a parar al tacho de la basura.
En San Martín todos quieren el ascenso. Pero esperan la definición para saber si llegó el momento de descorchar o el de intentar recuperarse de un golpe durísimo.
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