Agustín Rossi: "Las Fuerzas Armadas necesitan un proceso de reequipamiento"
El ministro de Defensa nacional pasó por Córdoba y habló en exclusiva con La Voz. Dijo que se creará un fondo específico para recuperar la capacidad operativa de las FF.AA. También valoró la tarea que vienen desarrollando en la crisis del coronavirus. Diego Marconetti | La Voz
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, pasó este miércoles por Córdoba para ver de cerca el trabajo que viene realizando el Ejército en el Comité de Operaciones de Emergencia provincial, que coordina las acciones que se llevan adelante en el marco de la pandemia del coronavirus.
Rossi valoró el papel que las Fuerzas Armadas (FF.AA.) desarrollan en el territorio nacional prestando asistencia y logística a las acciones que realiza el Estado. Aseguró que se debe llevar a cabo un proceso de reequipamiento, para lo que propuso la creación de un fondo específico.
–¿Las FF.AA. están preparadas para un trabajo de largo aliento?
–Nos preparamos para el escenario de mayor exigencia, sin ninguna duda. Sí, y es una valoración política, reivindico la decisión del Presidente de haber tomado medidas de manera anticipada que pueden haber sonado drásticas. Eso nos ha permitido tener una performance mucho mejor que la que algunos esperaban con respecto a la pandemia, en el conjunto de la estructura del Estado. Sobre todo en la estructura de salud pública. Si estamos buscando el amesetamiento de la curva, buscamos que todos los infectados no se presenten el mismo día en el mismo hospital, porque no hay sistema de salud que lo sostenga. Las primeras perspectivas eran de que el pico era a fines de abril, después dijimos a mediados de mayo, y ahora algunos dicen tercera o cuarta semana de mayo. Cuanto más tiempo tengamos, de más tiempo de preparación dispondremos. Todos los pronósticos que hacemos son proyecciones, que son una mezcla de fórmulas matemáticas con datos epidemiológicos, y vemos que los datos objetivos nos permiten decir que vamos en el sentido correcto.
–¿En qué estado dejó a las FF.AA. la anterior gestión?
–Las FF.AA. necesitan un proceso de reequipamiento. No es lo mismo tener dos Hércules volando que tener seis. En estas circunstancias, lo vemos. No es lo mismo tener camiones cero kilómetros que camiones de 20 años. Después de 36 años de democracia, tenemos que el 100 por ciento de los integrantes de la fuerza no tuvo revista activa en la dictadura. Ese es un hecho que hay que significar, es un logro de todos los argentinos que pudimos mantener la democracia durante muchísimos años. Subido a esa reflexión, creo que hay que definir una política de defensa en la Argentina, que parte de la base –entre otras cosas– de que sea acorde con la autoestima de los pueblos. Un pueblo defendido se siente protegido, cuidado, y su autoestima se fortalece. La Constitución es clara, la misión principal de las FF.AA. es defender la soberanía, la integralidad territorial, la custodia del espacio aéreo y del litoral marítimo. Y para eso se necesita un instrumento militar cuyos hombres estén adiestrados, formados y comprometidos con la democracia. Pero, al mismo tiempo, necesitan tener el equipamiento logístico necesario. Tenemos el recurso humano, las FF.AA. necesitan entrar en un proceso de equipamiento. Un aspirante de la escuela de la Fuerza Aérea imagina ser piloto y tener aviones para pilotear. Si no tiene aviones, se frustra.
–¿Y qué planea hacer en ese panorama?
–Imagino un proceso virtuoso. Revalorizar el material que tengamos para ver de qué manera lo potenciamos y lo podemos poner en funcionamiento. Producir lo que podamos producir y adquirir lo que no podamos producir. Tener una industria para la defensa, con su desarrollo. Que ese vector se intercepte con la necesidad de equipamiento de las FF.AA. Eso sería lo que deseo. Producir esa demanda en industrias, estatales o privadas, que se conviertan en un activo estratégico para el país. En todos los países industriales del mundo, la industria de defensa es estratégica, pero además añade valor agregado a la producción y genera puestos de trabajo.
–¿Y cómo entra en juego la parte presupuestaria?
–Por eso, mi último proyecto como diputado fue la creación del Fondo Nacional para la Defensa, que indicaba que una parte mínima de los ingresos totales del Estado, empezando con el 0,35 por ciento, tenía que estar destinado al reequipamiento de las FF.AA. con las prioridades de potenciar, de producir y de comprar. Eso tiene media sanción, y está mi voluntad, que es compartida por el Presidente, sobre esta idea. Y después está la realidad económica del país, de la cual no escapa nadie ni ninguna situación.
–En crisis, siempre el reequipamiento queda relegado...
–Por eso lo del Fondo Nacional para la Defensa. No está pensado para los actuales jefes, sino para el futuro, para los que ingresan con una profunda vocación y saben que van a tener recursos todos los años para equipar las fuerzas. Las FF.AA. son una estructura de planificación. Volviendo a la primera pregunta, me encontré con el personal militar fuertemente capacitado y comprometido. Los actuales jefes asumieron el 28 de febrero. Y apenas asumieron se tuvieron que hacer cargo de algo que no tenían previsto en ningún lado. Rescato el compromiso, la generosidad y el patriotismo con los que están trabajando. Y eso lo veo en la totalidad del personal militar. Obviamente, si antes faltaba equipamiento, ahora también falta. Con lo que tenemos, estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer. Ya gastamos más horas de vuelo de Hércules de lo que teníamos planificado para todo el año antes del Covid. Estamos potenciando todo, y aportando la enorme capacidad logística de las FF.AA. No existe otra agencia del Estado que tenga esa capacidad.
–¿Hubo algún tipo de resistencia interna en el Frente de Todos al despliegue de las FF.AA. en el marco de la pandemia?
–Para nada. El primer municipio donde estuvimos trabajando fue en Quilmes, que lo gobierna Mayra Mendoza, una gran compañera que es militante de La Cámpora. La realidad es que en todos lados donde van las FF.AA. son fuertemente reconocidas. En algunos lados, cuando se las individualiza de que están repartiendo alimento, generan aplausos y son bien recibidas. Estoy más que contento con eso. Estuve charlando con funcionarios del Pentágono y los roles son similares, más allá de que tenemos legislaciones distintas.