16 Abril 2020
“Todos los días le agradezco a mi mujer, que insistió en mudarnos a una casa”, contó Javier Santiago. El aislamiento social preventivo obligatorio puso una perspectiva distinta a decisiones que, en el momento en que se tomaron, no tenían tanta relevancia como ahora. Eso le pasa al ciclista de montaña, que reparte su habilidad en las modalidades de descenso y enduro. “Nos mudamos el año pasado, la casa tiene un jardín enorme. Podemos hacer actividad física, jugar con nuestro perro, Lito, y tener nuestra propia huerta”, describió lo que hace junto a María de los Ángeles Ibarra. La pandemia no resignificó sólo esa decisión. En lo laboral, Santiago viene desarrollando una “tienda on line”, un modo de hacer negocio que con la cuarentena se incrementó y se popularizó. “Lo estábamos armando justo antes de que empiece la pandemia. Estaría germinando con ella, je”, se divierte con su reflexión sobre el emprendimiento virtual.
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