ESPERA. Uno de los pasillos del Hospital Padilla, donde los consultorios externos ya solo atienden urgencias. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
En Tucumán trabajan los 258 médicos y los 900 enfermeros necesarios para atender las 300 camas de cuidados intensivos del Sistema Provincial de Salud (Siprosa). Según el “Plan de Contingencia Covid-19” de la cartera sanitaria de la Provincia, al que accedió LA GACETA, en el sector público hay 299 médicos y 1.250 enfermeros con especialización crítica y experiencia en manejo de respirador. Ellos serán suficientes para cubrir los puestos de enfermería y medicina que, al menos en principio, requerirán las terapias intensivas.
Las 300 camas de cuidados intensivos componen el último nivel de aislamiento para enfermos de coronavirus. Con el fin de otorgarles un lugar en la infraestructura sanitaria, el Ministerio de Salud categorizó a los potenciales pacientes según su sintomatología. De acuerdo con este esquema, el tratamiento de la enfermedad puede dividirse en cuatro etapas (A1, A2, A3 y A4). A la terapia intensiva (A4) le anteceden la asistencia con oxígeno (A3), la internación por síntomas leves (A2) y el aislamiento preventivo (A1).
El ministerio habilitó el 0800-4444-999 para consultas virtuales. Se puede preguntar sobre cualquier especialidad.
Según detalló la ministra de Salud, Rossana Chahla, en toda la provincia hay lugares para internar a personas con cuadros leves y moderados (A1, A2 y A3). Los enfermos graves, por su parte, irán a las unidades de terapia intensiva (UTI).
Terapia
Por ahora, el hospital de referencia para enfermos de coronavirus es el Centro de Salud Zenón Santillán. Allí el servicio de UTI cuenta con 12 camas con respiradores; el de unidades de terapia intermedia (UTIM), con 36. “En todos los grandes hospitales tenemos terapias intensivas para estos pacientes. Hoy el Siprosa tiene 1.100 camas para darles respuesta a cuadros A3 y A4”, estimó Chahla.
TRAJÍN. Un empleado del Padilla carga insumos, hace ya tres semanas.
Además de los 299 médicos y 1.250 enfermeros con experiencia en manejo de respirador, en el sector público también se desempeñan 130 anestesistas. Ante una eventual necesidad, ellos también podrían actuar en cuidados críticos. Para los casos no críticos que necesitan asistencia con oxígeno, el Estado cuenta con 333 médicos con especialización afín. Como el plan de contingencia calcula que para atender las 800 camas de A3 son necesarios 534 médicos, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y el Ministerio de Salud han organizado una diplomatura contrarreloj en manejo de enfermedades respiratorias y cuidados críticos, según contó Chahla.
Vigilancia
A las camas de los hospitales el Siprosa sumó en los últimos días las de 20 centros de aislamiento extrahopitalario. 15 son albergues, hosterías y complejos facilitados por organizaciones de la sociedad civil y municipios; todos ellos servirán para la vigilancia de pacientes confirmados o sospechos que aún no presenten síntomas o evidencien una patología muy leve. Allí actuarán los 3.000 voluntarios que reclutó la cartera de Salud en los últimos días.
Los cinco centros extrahopitalarios restantes son módulos de campaña todavía en construcción. Se ubicarán en la Sociedad Rural, los hospitales Avellaneda, del Este y de Aguilares y la Policlínica de Lomas de Tafí. Y permitirán brindar atención a 415 pacientes con sintomatología de tipo A2.
Las vacunas contra la gripe se colocan en Jujuy al 1.350, Mate de Luna al 1.935, hospitales, CAPS y CIC.
Ya sea fuera o dentro de los hospitales, en este nivel de cuidado participarán los 41 médicos y 192 enfermeros recién recibidos que la Facultad de Medicina de la UNT puso a disposición del Siprosa. “Les dimos una matrícula provisoria a estos chicos, porque tienen el título en trámite -explicó Chahla-. Tenemos que sumar a todos los que podamos y cuidar a los que ya tenemos, porque un médico o un enfermero que se enfermara sería una baja importante para el personal de salud”.
Rutina
Mientras tanto, las actividades sanitarias esenciales continúan. Si bien la mayoría de los consultorios externos de los hospitales solo atiende urgencias, el ministerio realizó vacunaciones extramuros, habilitó una línea de telemedicina y organizó la entrega de medicamentos a domicilio, entre otros servicios.
Pero, en todo caso, la gran preocupación es que la demanda de atención por coronavirus no haga colapsar el sistema. “Hemos puesto todo nuestro esfuerzo para fortalecer la parte pública. Pero si no nos alcanzan los lugares, pagaremos camas en el sector privado”, prometió la ministra.








