Con el sistema de salud colapsado y en plena pulseada con el gobierno federal, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció hoy que el estado más afectado de Estados Unidos alcanzó el "pico" de la pandemia, con más de 10.000 muertos y cerca de 196.000 contagiados.
"Creemos que hemos llegado al pico", aseguró el gobernador en su conferencia de prensa diaria y agregó que la situación actual se parece a "una meseta" porque "el volumen (de pacientes y víctimas) sigue siendo alto", según reprodujo la agencia de noticias DPA.
Con 1.600 casos y 778 muertes en las últimas 24 horas, el estado ya registra cerca de 195.749 infectados y 10.058 fallecidos en total.
Cuomo aclaró que aún no flexibilizarán las medidas de distanciamiento social ni reabrirán la economía, un tema por el que él y otros gobernadores vienen enfrentándose con el presidente Donald Trump.
"Hemos visto países que han pasado exactamente por esto: empezaron a reabrir y después vieron cómo repuntaba la infección. Aprendamos de los errores del pasado", argumentó el gobernador, quien, sin embargo, aclaró que "esto no se puede mantener durante un largo periodo de tiempo".
Mientras Trump dice que él es el único con autoridad para reabrir la economía y ordenar el retorno a los espacios públicos, Cuomo y otros gobernadores de la región noreste del país, se unieron para planificar una salida conjunta y ordenada, cuando las cifras de la pandemia se los permita.
En tanto, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que la ciudad empezará a fabricar test de coronavirus en el marco de un plan conjunto entre empresas, universidad y el sector público para multiplicar el número de testeos.
De Blasio informó que la ciudad fabricará 50.000 tests por semana y se espera que los dispositivos estén disponibles desde principios de mayo.
El alcalde anunció además un acuerdo con una compañía del estado de Indiana por el que se adquirirán kits para otras 50.000 pruebas a la semana, con lo que Nueva York tendrá un suministro garantizado de al menos 100.000 tests semanales.
En las últimas semanas, la administración neoyorquina ha sido muy crítica del gobierno federal por su lentitud para entregar o facilitar los equipos necesarios para las pruebas del virus y otros suministros como máscaras y vestimentas para el personal médico.
Con respecto a los datos de hospitalizaciones, ingresos en cuidados intensivos y porcentaje de pruebas positivas, De Blasio dijo que hubo algunos retrocesos con respecto a la jornada anterior.
Estos datos confirmados, que se ofrecen con 48 horas de retraso, mostraron que el 12 de abril se siguió reduciendo el número de hospitalizaciones, pero aumentaron ligeramente las entradas en cuidados intensivos y el porcentaje de pruebas positivas.
"Esto es un recordatorio de que esto no va a pasar de un día para otro", indicó De Blasio, que subrayó la necesidad de continuar con las medidas de confinamiento y distanciamiento social.
Estados Unidos, con cerca de 600.000 casos confirmados y más de 23.000 muertes, es el epicentro mundial de la pandemia, según los registros de la Universidad Johns Hopkins. (Télam)