La noticia de un caso de dengue se esparció primero por los pasillos del edificio de Laprida al 800, en el corazón de Barrio Norte. El chisme cruzó rápidamente la calle y se metió en los quioscos y almacenes, y en todos los hogares de la zona. Algo similar ocurrió en avenida Sarmiento al 100 y al 400, en avenida Avellaneda al 700, en San Martín al 300 y en Jujuy al 1.100. Entre las preocupaciones de los vecinos de estos sectores había una característica en común: en todas esas cuadras había algún terreno descuidado o una obra en construcción paralizada. Así que ellos no tardaron en hacer las denuncias.
Los investigadores lo han probado: los terrenos baldíos y las obras en construcción se convirtieron en una pieza clave en la distribución y reproducción del mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue. Los datos surgen de un estudio realizado por el Grupo de Estudio del Mosquito (GEM), del Conicet. Después de recorrer varias cuadras sin encontrar criaderos en ninguna casa, pero una alta presencia del vector de la enfermedad, los biólogos se metieron en los espacios donde estaban edificando y hallaron varios recipientes donde se reproducía el mosquito. Había huevos y larvas en baldes, plásticos e incluso en tambores que acumulaban agua y aceite.
La situación se ha vuelto más que preocupante en Tucumán, donde la mayoría de las obras están paralizadas y donde la epidemia de dengue avanza sin pausa sumando cada día más enfermos. Más de 2.000 pacientes fueron estudiados y 526 de ellos se confirmaron como casos positivos de la patología. Además, como consecuencia de las lluvias y del aislamiento social y preventivo hay más terrenos baldíos sin cuidado.
En la capital
Sólo en la capital hay más de 20 denuncias por día de vecinos que le piden a la Municipalidad que intervenga para que los dueños de estos terrenos se hagan cargo de limpiarlos. Jorge Pérez Musacchia, director de Higiene Urbana, cuenta que se incrementaron mucho los reclamos en los últimos días por el temor que despierta el dengue entre los habitantes. En la actualidad, el 80% de los contagios de la enfermedad ocurre en el Gran San Miguel de Tucumán.
“En muchos casos las denuncias son por baldíos abandonados o por obras en construcción, en las cuales las lluvias han formado grandes piletas. Por suerte, en la mayoría de las veces logramos identificar al dueño y están cumpliendo con la limpieza”, remarcó el funcionario.
También la Dirección de Catastro municipal recibe reclamos, según cuenta el titular de la repartición, Pablo Lazarte. “A veces hay que hacer una tarea de rastreo bastante complicada hasta que logramos dar con los dueños de un terreno o de una construcción abandonada. Por suerte, en el 90% de los casos sí los identificamos y les solicitamos que desmalecen el sitio, saquen los cacharros y el agua que tienen acumulada. Es un pedido que también hacemos en general porque hoy tenemos casi todas las obras paralizadas, lo que es un riesgo potencial de dengue”, señaló.
Los teléfonos a los que se puede llamar para hacer denuncias son: 4311570; 4212105 y 4210816.
Con un dron
La jefa del Departamento de Prevención de Riesgos Ambientales del Siprosa, ingeniera Julieta Migliavaca, contó que las casas y obras abandonadas constituyen una de las situaciones más preocupantes en la lucha contra el vector del dengue, principalmente porque cuando hacen tareas de bloqueo y fumigación a esos sitios no pueden ingresar ya que son privados. Ante esto, decidieron recurrir a la tecnología. Están utilizando un dron - dirigido por expertos-, que hace rociados especiales. Se usan insecticidas que actúan exterminando el mosquito adulto y larvicidas que, al caer sobre recipientes con agua, eliminan las formas inmaduras del Aedes.
Ayer, por ejemplo, los operativos con el dron se realizaron en seis obras y casas abandonadas, ubicadas en las cercanías del hospital Centro de Salud. La funcionaria comentó que habían recibido bastantes denuncias en esa zona. Ademas, Migliavaca pidió redoblar los esfuerzos de los vecinos en su casa, especialmente después de los días de lluvia. Resaltó que en el interior de la provincia los focos de dengue fueron controlados. Sin embargo, en el Gran San Miguel de Tucumán se suman cada día más casos.
Así nos cuidamos del dengue: ojo, que estamos más expuestos al mosquitos
Mientras la mayoría de la población cumple con la cuarentena preventiva y obligatoria para controlar la pandemia de covid-19, los casos de dengue no paran de crecer. Esto es porque el mosquito que transmite la enfermedad vive en nuestra casa y nosotros estamos en mayor contacto con él. El Aedes aegypti aprovecha recipientes con agua que la gente se olvida. Y no tiene que ser agua limpia, necesariamente. Hay que limpiar todo. Tirar o dar vuelta todos los cacharros. Además, usar repelente. Hay que tener en cuenta que el Aedes pica mayormente de día. La enfermedad puede ser potencialmente grave. Consultar ante estos síntomas: fiebre alta, dolores de cabeza (en especial, detrás de los ojos) y de cuerpo, picazón, dolor de estómago y sangrado de encías.