Entrenar con dos embarcaciones en el patio de la casa

Entrenar con dos embarcaciones en el patio de la casa

Guillermo Gordillo Aráoz tuvo que implementar otro tipo de preparación.

ORDEN. Kusnesov en el cuarto de montaña, un lugar muy especial. ORDEN. Kusnesov en el cuarto de montaña, un lugar muy especial.
11 Abril 2020

Tener dos embarcaciones en el patio de casa es ra-rí-si-mo. Eso es lo que se ve por estos días en el hogar de Guillermo Gordillo Aráoz. Algo de lo extraño se pierde cuando se presentan las credenciales del protagonista: es el timonel de “Histórico”, el barco campeón del torneo local de yachting Viento Sur, y que cuenta con Daniel Olmos como proel. Con ese estatus de deportista ya se oye menos raro, pero sólo un poco. El pampero -así se lo conoce a este tipo de velero- podría estar anclado en uno de los sectores del club de Vela Tucumán, en El Cadillal. Pero no. Está montado en un trailer, listo para ser remolcado en cualquier momento.

“Últimamente, lo llevo y traigo cada vez que compito, porque lo estaba mejorando. Y ahora, con la cuarentena, me pareció un buen momento para fortalecer, sobre todo, la parte abdominal”, contó Gordillo Aráoz. Lo explica como una casualidad. “La verdad es que se extraña mucho no poder estar en el agua. Ya de por sí, el aislamiento es duro”, reconoció. Es duro como competir en una regata, pero nada placentero, como sí puede ser una carrera.

Lo que pasa en el agua es muy similar a lo que pasa con la pandemia. Encima de que el covid-19 es difícil de descifrar, tiene tanta velocidad en su propagación que, cuando se cree que hay certeza de algo, rápidamente cambia, generando el desconcierto entre los investigadores. Gordillo Aráoz y su compañero suelen enfrentarse a situaciones como esa, pero los cambios abruptos no tienen letalidad alguna, sino que hacen la diferencia entre ganar o perder. Y cuando se trata de ello, para el timonel no hay pandemia que le impida poder perfeccionarse.

El aislamiento social preventivo obligatorio transformó el motivo de estancia de “Histórico” en el jardín: pasó de ser una casualidad a tener una causalidad. “Me ayuda a entrenar la parte física, la resistencia”, explicó Gordillo Aráoz. Colgado de un costado del velero, el papá de Ángel y esposo de Gisela fortalece el sector abdominal en casa. “En nuestro caso, somos muy livianos y necesitamos estar en buen estado para poder aguantar las regatas”, analizó. Visualmente la acción que realiza Gordillo Aráoz sobre el pampero denota un tremendo esfuerzo, más si se tiene en cuenta que está en tierra, en la rígida tierra. A diferencia de lo que pasa en el agua, en el patio de casa no hay referencia, como también pasa con la pandemia. El virus es desconocido, no hay nada previo que permita anticipar un movimiento.

Su función, la de timonel, si se la extrapolaría al escenario de la crisis sanitaria mundial, sería prácticamente inviable. “Yo trato de leer la cancha para ver por dónde me conviene ir”, sintetiza su filosofía cuando se trata de guiar a “Histórico”. Con la misma valentía que enfrenta las condiciones cambiantes de un espejo de agua, se anima también a responder la difícil pregunta que todo el planeta se hace por estas horas. “Creo que el cambio después de esto será en general. Navegar, se navegará de la misma manera, pero el cambio será general: sí o sí, vamos a generar una conducta de cuidados”, sentenció.

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