12 Abril 2020
NOVELA
MÁS LIVIANO QUE EL AIRE
FEDERICO JEANMAIRE
(Edhasa - Buenos Aires)
Más liviano que el aire es el deseo de cualquier mujer, dice Lita, la anciana que un adolescente pretendió asaltar cuando entraba a su departamento. A partir de allí se establece una relación particular entre el chico de catorce años, y ella. Diálogos que se asientan entre cuatro paredes, voces y más voces que se entremezclan sin tocarse, sonidos que parecen dialogar, pero en realidad no lo hacen. Se planta un emisor que administra los días y un receptor que reclama, sufre y desespera.
Al final usted no sabe nada de nada. Acaso se piensa que los maricones son inventos de estos días. No querido, faltaba más. Siempre hubo maricones y siempre los va ha haber. Por los silos de los siglos.
Claro, hijo. Fíjese en los gauchos, si no. Toda la vida ahí solos, arriba de sus caballos. ¿Usted se cree que de las pulperías no salían abrazados?
Ella quiere contar la historia de vida que la acosa, sangra de soledad y cansancio porque está acechada por la muerte. Ella quiere hablar, ser escuchada, necesita confesar verdades silenciadas, incluso reivindicar a otra amada mujer. La incomunicación aparece, de una forma u otra, en toda la novela, y el monólogo se instala definitivamente.
Santiago, Santi el delincuente, es uno más de los tantos chicos víctimas del sistema. Un niño que se ve obligado a escuchar, lo que piensa no tiene importancia.
Usted es muy joven, y aunque sea mentira, usted cree que tiene toda la vida por delante. Y eso es mentira, por supuesto. Una mentira tan grande como el tiempo.
De modo que Más liviano que el aire se disfruta sin contaminaciones ni interferencias. Por eso, es tanto más interesante preguntarse qué es lo que escuchan y perciben los protagonistas, qué clase de resonancias y referencias se instalan en el lector. ¿A quién se le ocurre proponer un diálogo entre una anciana de noventa y picos de años y un chico de catorce? ¿Quién mantiene la tensión intacta a lo largo de doscientas cuarenta y cuatro páginas? Federico Jeanmarie.
Lo fabuloso en este libro (Premio Clarín de Novela) es que un personaje onfigura la particular trama social de la ciudad, y las problemáticas de la mujer de determinada época, con sus mandatos, prejuicios y consabidas consecuencias, entre otras particularidades. Jeanmarie mantiene al lector cautivo, y nos traza un camino de dudas ¿es real el relato de Lita?
Más liviano que el aire es así, pura vitalidad, y te instala en esas zonas incómodas donde se plantean asuntos que nadie quiere escuchar. Un monólogo intenso, inolvidable.
(c) LA GACETA
MÓNICA CAZÓN
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