Pareceres: el prometedor enfoque cubano sobre el cáncer

En 1991 fui jefe de una misión del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de médicos latinoamericanos para evaluar un proyecto nacional cubano que involucraba el uso de interferón para tratar el cáncer de pulmón inoperable. En ese momento había un rumor de que Fidel Castro tenía cáncer de pulmón y un interés particular en esa investigación. Castro mostró su inquietud, en parte, cuando vino a visitarnos y discutió los hallazgos. En ese momento, el interferón no parecía tener un efecto significativo, pero los médicos cubanos han desarrollado ahora un nuevo tratamiento para el cáncer de pulmón que ofrece resultados prometedores.

En septiembre de 2011, la agencia de prensa china Xinhua informó que los médicos cubanos habían producido la primera vacuna terapéutica para el cáncer de pulmón llamada CIMAvax-EGF. Fue el resultado de un proyecto de investigación de 25 años en el Centro de Inmunología Molecular de La Habana. Aunque la vacuna no previene el desarrollo de cáncer de pulmón en pacientes nuevos, convierte el cáncer de pulmón, específicamente el carcinoma de pulmón de células no pequeñas, en una enfermedad crónica controlable.

La vacuna contiene una proteína llamada factor de crecimiento epidérmico (EGF). Esta sustancia estimula el crecimiento de las células y hace que los tumores se multipliquen y crezcan sin control. La vacuna contiene EGF y una proteína de la bacteria de la meningitis que ingresa al torrente sanguíneo de los pacientes y alienta a su sistema inmunitario a producir anticuerpos que suprimen los efectos del EGF.

Como resultado, la vacuna no elimina los tumores, sino que evita que crezcan y se propaguen a otras partes del cuerpo. La vacuna se administra a personas que ya tienen cáncer de pulmón y donde los tratamientos tradicionales han demostrado ser ineficaces. A este tipo de pacientes la vacuna podría salvarles la vida.

La vacuna, que ahora está disponible en Cuba, Colombia, Bosnia y Herzegovina, Perú y Paraguay es relativamente barata de producir y almacenar, y solo produce efectos secundarios muy leves, como náuseas, escalofríos, fiebre y falta de energía. Ahora hay acuerdos para probarla en los Estados Unidos, Japón y algunos países europeos.

Los ensayos iniciales han mostrado una tendencia hacia una supervivencia más prolongada entre los paciente vacunados. Además, se ha encontrado una correlación directa entre el nivel de anticuerpos que un paciente vacunado ha producido contra el EGF y la supervivencia. Otros ensayos han demostrado que los menores de 60 años se benefician más en términos de supervivencia. Sin embargo, los investigadores advierten que se han encontrado algunos resultados positivos hasta la fecha en relativamente pocos pacientes con cáncer que fueron cuidadosamente seleccionados y recibieron atención oncológica especial. Es posible que no representen a todos los pacientes que podrían beneficiarse de esta vacuna.

Actualmente se están planificando ensayos en los Estados Unidos, Japón, la Unión Europea y Serbia. A fines de octubre de 2016, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) autorizó al Roswell Park Comprehensive Cancer Center en Buffalo, Nueva York, a realizar un ensayo clínico de fase I / II de CIMAvax en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas. “La posibilidad de evaluar una vacuna como esta es una perspectiva muy emocionante”, declaró Candace Johnson, presidenta y directora ejecutiva de Roswell Park.

El mismo factor de crecimiento epidérmico (EGF) que actúa sobre los pulmones podría desempeñar un papel también en el cáncer de próstata, mama, colon y pancreático, lo que abre una amplia gama de aplicaciones prácticas. Kelvin Lee, un inmunólogo del Centro Integral del Cáncer Roswell Park, indicó que todos estos órganos podrían ser objetivos potenciales para esta vacuna.

Durante varios viajes a Cuba en misiones relacionadas con la salud pública de la ONU he tenido la oportunidad de trabajar con varios médicos cubanos y me he dado cuenta de su alto compromiso con la salud pública. Como dijo el Dr. Kelvin Lee: “lo maravilloso de trabajar con nuestros colegas cubanos es que realmente creen, en el fondo de sus corazones, que la atención médica es un derecho humano”.

La colaboración entre los médicos cubanos y los del Roswell Cancer Center es prometedora. Pero todavía hay varios obstáculos que superar en gran parte debido al embargo de Estados Unidos a Cuba. Despejar el camino hacia una colaboración efectiva puede resultar en uno de los avances más importantes para combatir el cáncer en nuestro tiempo.