Es el único tema de conversación. Los medios no hablan de otra cosa. La pandemia, las decenas de miles de vidas que ya se llevó el coronavirus, los cientos de miles de infectados alrededor del mundo, las grandes metrópolis vacías para evitar que el virus continúe propagándose. Sin embargo, nada parece ser suficiente. Ni siquiera la sensación de estar viviendo en una película de ciencia ficción alcanza para que algunas personas tomen conciencia.
Es increíble pero las calles no terminan de despejarse en Tucumán. Sobre todo en horas pico, es común ver gente caminando en la vía pública, transitando en vehículos particulares, incluso en familia. La escena provoca enojo en ciertos sectores, particularmente entre los trabajadores de la salud, que batallan día a día contra el virus. “Quedate en casa”, la frase más escuchada a lo largo del último mes, no termina de tener el efecto buscado.
Una mujer de 61 años se convirtió ayer en la cuarta tucumana en perder la vida a causa del coronavirus. Había regresado de Estados Unidos el 19 de marzo y la internaron casi dos semanas después. “Cursaba insuficiencia respiratoria, falla multiorgánica y shock séptico”, dice el comunicado mediante el cual se anunció su muerte. Anteriormente ya habían fallecido Ricardo Laudani, un empresario de 50 años, una mujer de 77 años y un hombre de 65. A nivel nacional, el número de muertes supera las 60. En cuanto a infectados, la cifra se acerca cada vez más a los 2.000 en todo el país. Pero tampoco es suficiente.
Ya son casi 3.000 los tucumanos arrestados por no respetar el aislamiento social, preventivo y obligatorio que ordenó el presidente Alberto Fernández. El Ministerio Público Fiscal implementó el programa “Nadie en las calles”, mediante el cual sale a recorrer la provincia con colaboración de las fuerzas de seguridad. Fueron tantas las personas que violaron la cuarentena que ya no había a dónde llevarlas.
La falta de conciencia es tan alarmante que una mujer, a quien le habían confirmado que estaba infectada de la covid-19, debió ser llevada por la Policía al hospital 10 días atrás. Fueron sus vecinos quienes, preocupados por su salud y la de sus familias, llamaron al 911 para avisar que esta persona entraba y salía de su casa permanentemente como si nada pasara.
Se conoció ayer el primer fallo judicial en este sentido. Se trata de una pareja que, tras haber regresado del exterior, violó el aislamiento obligatorio y ahora deberá abonar una multa. Según se acordó, y para evitar llegar a la instancia de un juicio penal, deberán entregar un resarcimiento económico al Ministerio de Salud y donaciones al Hospital Avellaneda para la adquisición de productos e insumos médicos descartables. ¿Servirá como ejemplo?
Mientras tanto, el Presidente ya adelantó que la cuarentena no se levantará el 13 de abril. “La cuarentena sigue. Debe seguir. Vamos a ser más estrictos en los centros urbanos. Tenemos que ponernos más estrictos porque estamos viendo más relajamiento. Noté que hay más autos. Pedí que se pongan estrictos para controlar”, advirtió. Pese a que las medidas adoptadas contribuyeron a que la curva de casos se aplanara, Fernández sigue intranquilo. “Vemos cierto relajamiento que nos preocupa”, dijo. Y reiteró el mensaje que nos persigue hasta en los sueños: “por favor, quédense en casa”.