Los momentos de tensión durante la audiencia se sintieron desde el mismo momento en el que se abrió la puerta de la sala. Subían y bajaban al mismo ritmo que un electrocardiograma. Sin embargo, todos sabían que habría cinco momentos clave en el juicio por el crimen de Lucas Fernández que se producirían cuando declarasen los cinco amigos de la víctima, los únicos testigos presenciales del hecho. Ellos se trasladaban en el mismo auto que Lucas en esa trágica madrugada. Eran los únicos que podían identificar a Andrés Miguel como el autor de los disparos.
“Sí es él. No lo dudo y no creo que pueda equivocarme”, dijo Luis Battaglia, el conductor del VW Gol en que viajaba Fernández. Cuando declaró ante Gallo en la etapa de instrucción dijo que no estaba en condiciones de identificarlo. “En esos días pensaba sólo en la salud de Lucas, pero sí lo vi. No sé por qué dije eso”, agregó. Su declaración era consistente hasta que los defensores del acusado le preguntaron por qué su ropa tenía manchas de sangre en la espalda. “No sé, tal vez me salpicó… En un momento sentí algo, como aire o sangre”, respondió.
Enrique Zamudio, de los cinco que viajaban, fue el que más detalles pudo observar, ya que estaba sentado en el lado derecho del asiento trasero, detrás de Fernández. “Cuando íbamos en el auto veo que el señor (movió todo su cuerpo para señalar a Miguel) saca la mano izquierda por la ventanilla y hace los disparos, pero yo no reaccionaba”, explicó ante los jueces. “Él se iba riendo mientras manejaba”, agregó en otro momento de máxima tensión.
También relató cuál fue la reacción del grupo al descubrir que Lucas estaba herido. “Todos nos pusimos a llorar. Estábamos como locos. No podíamos entender lo que había pasado”, explicó.
“Yo vi cuando le hacían los disparos. El tipo se reía. Cuando lo vi por televisión no tuve dudas. Él fue quien hizo los disparos”, relató Bruno Bazzano. El joven agregó: “yo lo bajé del auto cuando llegamos al hospital Padilla. Mi ropa estaba llena de sangre. A Lucas le salía sangre de la boca y por la nariz”.
Víctor Nassiff fue uno de los pocos que debió contener las lágrimas durante la audiencia. “Yo no puedo asegurar que él fue quien hizo los disparos, pero me parece probable. Es muy parecido al retrato hablado que hicimos”, señaló. “Nos iba haciendo caritas mientras nos tiraba. Saca la mano, se ríe y nos dispara. Creía que era una joda hasta que le vimos la sangre a Lucas”.
Francisco Colombres Garmendia no pudo identificar a Miguel como el autor del hecho, pero brindó algunas precisiones sobre cómo fue el ataque. “Sacó la mano izquierda y nos disparó mirando de frente al auto y después otra vez de ventana a ventana”, declaró.
Al finalizar la audiencia, Miguel salió despotricando en contra de los cinco testigos. Ese había sido el golpe más duro que había recibido a lo largo del juicio. Ni siquiera tuvo en cuenta un detalle: si bien tres lo habían identificado como el autor del disparo, Zamudio y Colombres Garmendia destacaron que el tirador estaba acompañado por una persona de pelo largo. Un detalle clave si se tiene en cuenta que Julio Vergara Altuve dijo que la noche del ataque se había movilizado con su novia en un Fiat 147 azul con vidrios polarizados.