Desde que el coronavirus se instaló en la agenda de la Argentina, algunos políticos de distintas provincias anunciaron que donarían parte de sus sueldos y que el dinero restante sería usado para afrontar los gastos para contener la pandemia.
A partir de allí, lo que empezó como un gesto de algunos dirigentes, se convirtió en un reclamo de buena parte de la sociedad. "Si nos piden un esfuerzo a todos en estos momentos difíciles, que ellos también lo hagan", es el razonamiento de miles de ciudadanos que ayer salieron a los balcones a hacer un cacerolazo para pedir que los políticos se bajen los sueldos.
Esa demanda social se profundizó luego de que el domingo a la noche el presidente Alberto Fernández anunciara que se extendería la cuarentena hasta el final de Semana Santa. En ese mensaje se mostró comprensivo por los problemas económicos que genera el parate por el aislamiento obligatorio.
"Muchachos, llegó el momento de ganar menos", dijo el Presidente, dirigiéndose a los grandes grupos empresarios que verán afectados sus rendimientos.
Luego de esa demanda ciudadana, que se manifestó ayer con el cacerolazo en todo el país, la cúpula del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio, compuesta por Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (Pro) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) anunció que le enviarán una carta al presidente para que invite a los funcionarios de los tres poderes del Estado a disminuirse los sueldos durante el tiempo que dure la pandemia y sus efectos.
Según informó La Nación, el tema se discutió ayer durante una reunión por videoconferencia que mantuvieron los tres jefes de la bancada opositora.
Durante el encuentro virtual se habló de que poco sirven los gestos individuales que han tenido algunos políticos del país y que Fernández tiene la autoridad política para sugerir ese cambio en los tres poderes del Estado. La oposición, entonces, propondrá que se recorten un 30% los sueldos de los funcionarios públicos para engrosar el presupuesto de Salud.