Por Soledad Nucci
30 Marzo 2020
1). El domingo 8 de marzo, Ricardo Laudani -50 años (los había cumplido el 21 de febrero)- y su familia llegaron de un viaje por Europa, que incluyó destinos en África, Portugal, España, Italia y Francia, entre otros. Él, su esposa, Carolina Lezon Gottling -46 años- y sus hijos -de entre 18 y 12 años- habían partido de Tucumán el 14 de febrero, cuando el coronavirus era más conocido como la neumonía de Wuhan, por la ciudad china donde surgieron los primeros contagios en personas. Pero para la fecha de su regreso, apenas 24 días después, el mundo había cambiado.
2). En la Argentina, estaban vigentes las recomendaciones de aislamiento para viajeros. Así que la familia compró víveres y medicamentos y se recluyó en su casa, en el country Las Yungas, en la ciudad de Yerba Buena.
El lunes y el martes siguientes, Ricardo, director ejecutivo del grupo empresario Lucci, mantuvo teleconferencias. El jueves 12, empezó con fiebre. Su mujer dice que llamó muchas veces al número de vigilancia epidemiológica habilitado por el Siprosa ("no me atendía nadie"). Finalmente, consiguió una ambulancia.
3). Cuando llegaron, los médicos activaron el protocolo por coronavirus: Ricardo estaba con 39° de temperatura. Lo medicaron con paracetamol y a ambos les tomaron unas muestras de hisopado nasofaríngeo para enviarlas al Malbrán, por esos días el único instituto en el país capacitado para realizar los tests que determinan el Covid-19. No obstante, antes realizaron en los laboratorios locales los estudios de genomas virales de influenzas A y B. El testeo de Ricardo arrojó resultado positivo para la gripe A. Así que la ambulancia del Siprosa regresó con Tamiflú, el fármaco indicado. A ella, en cambio, los dos tipos de influenza le dieron negativo.
4). Al día siguiente, el viernes 13, los estudios de laboratorio del matrimonio ingresaron al Malbrán, de acuerdo a las constancias a las que tuvo acceso este diario. Mientras tanto, Ricardo intentaba tomar el tamiflú. Intentaba. Porque vomitaba la pastilla. Cerca de la medianoche, pidió otra ambulancia. Oyó la sirena a las 3 de madrugada del sábado. Subieron y partieron hacia el Centro de Salud.
5). Según ella, cuando descendieron les indicó a los médicos que podrían estar contagiados de coronavirus. Empero -asegura- los atendieron en una sala común y sin tomar las precauciones de distanciamiento. Tras hacerle al marido una placa radiográfica, los enviaron nuevamente a su casa.
6). El sábado 14 durmieron mucho, ambos. A esas alturas, ella también se sentía mal. Le dolía la espalda y su termómetro le marcaba unos 38,5°. Tomó paracetamol. Al atacerder, le sonó el celular. Era Ricardo, que la llamaba desde la planta alta. Cuando contestó, no oyó nada. Subió corriendo y lo encontró desvanecido. Ese día, lo internaron en la clínica privada Mayo, donde le detectaron una neumonía.
7). El lunes 16, llegaron las constancias de laboratorio de la pareja (cuatro días después de que le sacaran las muestras). En ambos casos, no se detectó Covid-19. Sin embargo, volvieron a hacerles una extracción de nariz y boca para mandarlas al Malbrán.
8). El viernes 20 de marzo, llega el segundo estudio de Carolina, en el que se indica que se trata de un caso positivo de Covid-19. La ministra de Salud, Rossana Chahla, lo había confirmado el día anterior, por la tarde.
9). El 22 de marzo (seis días después) la mujer consiguió el resultado de él: positivo, esta vez.
10). Desde su internación en la clínica Mayo, Ricardo estuvo conectado a un respirador artificial y medico con Kaletra, un remedio que combina dos fármacos creados contra el VIH y que también se espera que sea eficaz contra el coronavirus.
11). Anoche, domingo 29, falleció tras 16 días de internación.
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