Estados Unidos se consolidó hoy como la nación más afectada por el avance del coronavirus, con más de 135.000 personas infectadas, y su mayor experto en enfermedades infecciosas vaticinó que la pandemia puede causar “millones de casos” y “entre 100.000 y 200.000 muertos” en el país.
La base de datos en línea de la universidad norteamericana Johns Hopkins computaba esta tarde 135.499 casos confirmados de covid-19 en Estados Unidos, el único país que había perforado la barrera de los 100.000 contagiados.
Asimismo, la cantidad de fallecidos por esa enfermedad había alcanzado a 2.191, por debajo de los registrados en Italia, España, China, Irán y Francia, según la misma fuente.
En ese contexto, el principal epidemiólogo del gobierno federal, Anthony Fauci, dijo a la televisora CNN que es posible que la pandemia cause “millones de casos” y “entre 100.000 y 200.000 muertos” en el país, aunque advirtió que es difícil hacer previsiones precisas porque el coronavirus es “un blanco en movimiento”.
“Mirando lo que estamos viendo ahora diría que millones de casos y entre 100.000 y 200.000 muertos, pero no quiero sujetarme a eso”, afirmó Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca para el combate al coronavirus.
“Cuando los modelos entran en juego ofrecen el peor escenario y el mejor, y generalmente la realidad se queda en algún punto intermedio; nunca vi un modelo de enfermedades en el que se haya dado el peor escenario”, agregó el especialista.
Nueva York, en crisis
Mientras tanto, el estado de Nueva York seguía siendo el más afectado dentro de Estados Unidos, con 59.513 casos confirmados -8.503 internados y 2.037 en terapia intensiva-, 7.681 más que ayer, y 965 muertos, 237 más que ayer, anunció el gobernador, Andrew Cuomo, según la agencia de noticias ANSA.
Cuomo señaló que la disminución del ritmo de nuevos ingresos hospitalarios registrada entre el viernes y ayer podría suponer una señal positiva, pero pidió no dar demasiada importancia a ese dato y remarcó que lo peor de la enfermedad aún está por llegar, según la agencia EFE.
Las proyecciones del gobierno neoyorquino prevén que el pico de la pandemia se producirá en un plazo de entre 14 y 21 días, por lo que las autoridades están trabajando contra reloj para aumentar la cantidad de camas y de respiradores.
Cuomo reiteró que pueden ser necesarias hasta 140.000 camas y unos 30.000 respiradores, y recordó que actualmente hay 53.000 y 3.000, respectivamente.
Esas estimaciones fueron cuestionadas por el presidente Donald Trump y Cuomo le replicó que estaba “planeando para el peor escenario que predicen los modelos”.
Sin cuarentena
Trump descartó anoche la posibilidad de decretar cuarentena en Nueva York, Nueva Jersey y algunas zonas de Connecticut, horas después de afirmar que estaba analizando esa posibilidad.
“Bajo la recomendación del grupo de trabajo de la Casa Blanca, y tras consultas con los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, he pedido a los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) que emitan un fuerte aviso de viaje, que será administrado por los gobernadores, de acuerdo con el gobierno federal”, escribió el mandatario en Twitter.
“No será necesaria una cuarentena”, subrayó Trump en uno de esos mensajes.
Fauci explicó hoy que, luego de “discusiones internas”, el gobierno optó por recomendar a los residentes de esos tres estados que se abstengan de viajar dentro del país durante los próximos 14 días.
“Tras discusiones con el presidente, dejamos claro, y él estaba de acuerdo, que sería mucho mejor hacer lo que se llama un aviso fuerte” y evitar la aplicación de medidas que podría crear mayor dificultad “tanto moral como de otro tipo”, sostuvo.
Paralelamente, la vicegobernadora del estado de Florida, Jeanette Núñez, afirmó a la televisora Univisión que ese distrito estaba recibiendo personas que estaban “huyendo del cierre de Nueva York”.
Florida reportó hoy 4.246 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 4.077 corresponden a residentes locales, con 56 fallecidos y cerca de 600 personas hospitalizadas.
El gobernador, Ron De Santis, se negó a prohibir el ingreso al estado. “Tenemos casi 20 condados sin un solo caso y 40 condados con 10 casos o menos que se pueden manejar fácil”, argumentó.